martes, 18 de febrero de 2014

Catena Alta. Vinazo argentino.

La archiconocida y laureada bodega Catena Zapata tiene más de 100 años de producción de vino en Mendoza Argentina. Siendo Nicola Zapata, un migrante italiano afincado en Argentina en 1898, quien dio inicio a la plantación de cepas de Malbec en 1902.

Desde entonces y hasta la actualidad la bodega ha sido regentada por los diferentes miembros de la familia, que han continuado con el legado de Don Nicola. De hecho, un descendiente suyo, Nicolás Catena, fue quien revolucionó el panorama vitivinícola argentino en la década de los 70-80, al ser el primero que plantó uva a más de 1400 metros de altitud (obsérvense los viñedos de la bodega, en la mismísima falda de los Andes), con la idea de lograr una maduración más equilibrada y así producir vinos de mejor calidad. ¡Y vaya si lo logró!. Año tras año la calidad de los vinos de Catena se confirma. No en vano, estemos hablando de uno de los grandes elaboradores latinoamericanos, y probablemente  mundiales también, cuyos vinos se han situado en la cúspide de los mejor valorados de Argentina y Latinoamérica en numerosas ocasiones.

En 1994, Nicolás comienza las labores de selección de clones perfectos de Malbec y Cabernet Sauvignon para ser plantados en los diferentes microclimas que había ya categorizado. Es en dicho año cuando se elabora por primera vez la gama Catena Alta Cabernet Sauvignon. Años más tarde, en 1997, la calidad de la cosecha permitió elaborar un vino especial llamado Nicolás Catena Zapata, blend de 95% Cabernet y 5% Malbec, que 
lograría codearse con los mejores del mundo en una cata a ciegas realizada en Estados Unidos. 

El Lempira reconoce que es un gran amante de los vinos elaborados en Argentina. No sólo en Mendoza: los vinos de Cafayate, en los Valles Calchaquíes del Norte argentino son impresionantes, al igual que los vinos elaborados en la Patagonia. No hay duda de que bodegas Catena se encuentra entre las tres mejores de Argentina.



Catena Alta Cabernet Sauvignon es un vino absolutamente equilibrado. Armónico. Redondo, esférico. De capa alta color cereza picota y ribete cardenalicio, en nariz es cautivador. Muy complejo con aromas ahumados, notas especiadas y un ligero toque floral sobre lecho de grosellas. El paso por boca es perfecto, una auténtica delicia: aterciopelado, sedoso, con los taninos suaves y dulces. Un vino para no perderse.

En Honduras es distribuido por SWG.


Puntuación: 93
Relación Calidad Precio: 7



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