martes, 8 de julio de 2014

Pupusería El Patio, un clásico para la rumba en la capital

Este clásico de la Capital, centro de reunión de jóvenes y no tan jóvenes, es la pupusería del famoso restaurante El Patio, lugar al que, por cierto, el Lempira debe una visita. Aprovechando una noche de fin de semana cualquiera, acudimos al llamado del karaoke, las pupusas, las boquitas y, claro está, la cerveza Imperial...


Situado en el Boulevard Morazán, el "Patio Bolo", como se lo recomendaron al Lempira, no necesita presentación. Todo el mundo en Tegucigalpa conoce perfectamente lo que ofrece el establecimiento: rumba popular y precios más o menos cómodos... así que, el Lempira decidió visitarlo.

Con un amplio parqueo dotado de guardia de seguridad y que rodea el gran local, el Patio es un espacio abierto. Prácticamente una Champa, con decenas (quizás cien) mesas grandes en su interior, muy juntas las unas de las otras, y sin paredes, lo que permite que el aire de la noche fluya agradablemente dentro del concurridísimo local. 

La limitada decoración, los techos altos, los suelos gastados, las mesas y sillas de madera algo longevas, y las verjas que limitan el espacio interior del exterior, terminan por producir una sensación extraña. El local donde se sitúa no es, por así decirlo, especialmente acogedor. Sin embargo, el ambiente que se genera cuando las cervezas van cumpliendo su función y el Karaoke comienza a recibir las mejores voces de la clientela, es, francamente, agradable. Pues, contrario a lo que intuía el Lempira, la mayor parte de vocalistas (al menos esa noche) que acudieron al llamado del Karaoke fueron buenas voces e incluso grandes intérpretes que arrancaron  apasionados aplausos de la concurrencia. Los del Lempira incluidos.

Porque este Patio es más que un bar. Un sitio que destila, a raudales, cultura popular. El favorito de muchos capitalinos y capitalinas para disfrutar de la noche con un poco de música, que abarca desde las clásicas rancheras hasta los contemporáneos narcocorridos, y de las baladas más hondas de los '70 y '80, a las compuestas por Arjona. Un popupurrí musical no apto para todo gusto, ciertamente. Aunque, eso sí, la noche deparó agradables sorpresas, como, por ejemplo, la de una joven que se arrancó con una ranchera de letra feminista, o la de un joven que interpretó como si fuera Bob Dylan el "por qué será", de Rudy La Scala. Genial!

Pero, vayamos a la gastronomía...


Este Patio ofrece varios platillos entre los que destacan numerosos platos típicos como el Catrachito (120 L.), el Pincho olanchano con chorizo, res y cerdo (232 L.), el famoso Conquistador, filete de res (339 L.), la Yuca con chicharrón (183 L.), las Chuletas (185 L.), y otros como el Pollo asado al carbón (medio pollo: 135 L.), los Tacos ( 3 unidades a 113 L.), las Gringas (88 L.), las Baleadas (45 L. con res), o las Pupusas de quesillo, chicharrón, frijoles, pollo o chorizo (22-25 L.), y cada día, una sopa diferente (lunes frijoles, martes de tortilla, miércoles de albóndigas, juves capirotada, viernes de pollo, sábado de res y domingo mondongo). Como entradas, los clásicos anafres (89 L.), alitas de pollo (113 L.) o las bolitas de queso (80 L.).

Lo realmente bueno es que con cada consumición de cerveza (imperial a 39 L, Salva Vida a 40 L, Barena y Port Royal a 42 L.) se puede elegir una boquita de la carta: pupusas, bolitas de queso, tacos... Además, hay opciones de combos interesantes, como la llamada "Megaronda", un cubetazo de 12 cervezas con 5 platos de Bocas variadas a 414 L. Genial para ir en grupos grandes! (o si se tiene mucha sed)

Además de cervezas, se ofrecen botellas y medias botellas de diferentes rones (Bacardi, Flor de Caña, Barceló), y tragos a precios comprendidos entre los 59 L. y los 82 L.

El Lempira que come optó por pedir unas cuantas Imperiales (la mejor cerveza industrial de Honduras, como lo demuestra esta cata a ciegas) con sus respectivas bocas. Y ordenó también varias pupusas , para poder valorar, en general, la comida que mejor acompaña la ingesta rumbera de cerveza. Esta fue la experiencia:


El mesero se motró atento, pero totalmente superado por la inmensa cantidad de mesas que tenía que cubrir. Además, las bocas tardaron un rato en salir de cocina y llegar a la mesa, con lo que se dió la situación de que ya se estaba tomando la siguiente cerveza cuando llegó la boca de la anterior. Así pues, el servicio es un poco lento.

En cuanto a las pupusas, decir que estaban realmente ricas. Ligeramente tostaditas por fuera, con bastante quesillo. Tiernas, calentitas y con mucho sabor a maíz, sutilmente golosas y con potente sabor a quesillo fundido. Realmente ricas. El encurtido estaba bien.

Los tacos no cumplieron expectativas. Las tortillas estaban bien fritas, pero el interior no tenía demasiado sabor. El queso y la salsa de tomate tampoco era una maravilla. Si bien, hay que reconocer, que con bastantes cervezas encima es una boca que acompaña bien.

Las bolitas de queso, famosas del Patio, estaban perfectamente fritas, doraditas. El interior era una masa de queso consistente y con un sabor agradable. El conjunto estaba correcto, y una vez más, acompañaba bien a la cerveza.



Conclusión: La Pupusería El Patio es un lugar que vale la pena visitar en la noche por su agradable ambiente de rumba popular, aunque, ciertamente, no todo público se sentirá cómodo en él. Definitivamente, la infraestructura podría agradecer un repaso (su ambiente compensa). Por su parte, los precios combinados (cerveza + boca) son accesibles y el Karaoke, lejos de espantar, genera una especie de compadreo entre mesas entrañable. Vale una alegría su visita!




Categoría "Wine-Bar/Cafetería/Pub" Pupusería El Patio, Tegucigalpa.
         Puntuación
Entorno - Ambiente
7
Servicio
5.9
Bebidas - Comida
6.7


Puntuación Media
6.6
Relación Calidad Precio
7.5




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