miércoles, 29 de julio de 2015

Desafío: "Cool Malta" Vs. "Acti Malta"... y una recetita de regalo

Hace a penas un añito que hemos vuelto a disfrutar en Honduras de la rica malta, después de haber desaparecido durante más de una década de todo paraje patrio. Actualmente, se encuentran disponibles en el mercado 2 maltas industriales. A saber:

"Acti Malta", elaborada y distribuida por Cervecería Hondureña, y Cool Malta, elaborada por Embotelladora de Sula. Ambas, optan en sus envases por los colores amarillos, anaranjados y azules, haciendo referencia a la energía y vitaminas que esta bebida aporta. En cuanto a los precios, sendas propuestas apuestan por vender a 12-13 L. el envase de lata.


El Lempira que come, fiel a su tradición de catar para decidir cuál es su bebida preferida y cuál es la major, decidió preparar un Desafío Maltero, y probar las dos maltas para descubrir sus particulares características. 

El resultado, a continuación:

De color marrón oscuro con abundante burbuja, Acti Malta se mostró en nariz repleta de aromas a rapadura, caña y azúcar moreno; y, en boca, suave, con un buen ataque y moderadamente dulce (teniendo en cuenta que estamos hablando de una malta).

Por su parte, Cool Malta presenta un color también marrón oscuro si bien, ligeramente más turbio que la anterior. En nariz presenta aromas a caramelo tostado, salsa de soja, miel y rapadura. De fondo, también se perciben ciertas notas de limón. En boca es más amplia que la anterior, ligeramente más dulce y con mayor complejidad.

Por tanto... la malta ganadora del Desafío Maltero es...


Cool Malta!



Receta:

Los amantes de lo dulce, anímense a probar esta mezcla que el Lempira que come aprendió en su viaje a Cuba: sirvan en un vaso la malta de su preferencia y añadan un buen chorro de leche condensada. Revuelvan un poco, lo justo para que no se disuelva toda la leche condensada.

Combinen tragos largos de la potente y energizante bebida, con cucharadas que raspen la leche condensada del fondo del vaso...

POTENCIA SÁPIDA!

lunes, 20 de julio de 2015

Receta: Pargo Rojo (Red Snapper) a la parrilla con un toque Thai + Viña de Martín Escolma 2008. ES PEC TA CU LAR!!!

El Lempira que come decidió levantarse pronto -muy pronto: las 6 de la mañana-, y visitar el Mercado de La Isla el pasado Jueves, justo cuando entra nueva mercancía fresca a las pescaderías... Y valió la pena el madrugón, porque encontró bastantes pescaditos interesantes, como por ejemplo Picudas (también llamadas barracudas) a 25 L. la libra, Macarelas (al mismo precio), filetes de Manta Raya, además de los clásicos Camarones, Almejas, Curiles, etc.


Terminó decantándose por ese hermoso Pargo Rojo (Red Snapper) que ven en la foto. Un ejemplar de un par de libras regalado por Poseidón... Por cierto, linda camisa la de la parte que más chupa del Lempira, ¿no? la compró en una pequeña tienda de West End, donde las venden al módico precio de 160 L.

En La Isla, aprovechando el viaje, el Lempira adquirió también unas hermosas Picudas que preparó utilizando la más tradicional de las tradicionales recetas vascas: la salsa verde. Aunque eso será motivo de otro post. En esta ocasión, toca dar cuenta de cómo preparar un ES PEC TA CU LAR Pargo Rojo a la parrilla aderezado con una estupenda salsa de inspiración Thai...

¡MUCHO OJO!, porque esta es una realmente buena, buena, buena receta
de Red Snapper que el Lempira elaboró con algunas modificaciones a partir de la publicada por Louise Fitzroy, cortesía de Manuel Parianos... ¡No pierdan detalle!

Ingredientes para el Pargo:
- 1 Pargo Rojo de 2 libras, limpio y sin escamas.
- 2-3 Cucharadas soperas de Aceite de Oliva Virgen Extra.
- 3 Dientes de ajo machacados.
- 2.5 Centímetros de Jengibre pelado y machacado.
- 2.5 Centímetros de piel de lima o un poco de Zacate de limón.
- Un manojo de hierbas frescas como Menta y Cilantro. Sal y Pimienta.

Ingredientes para la salsa Thai:
- 1 Diente de ajo machacado
- 1 Cmts de Jengibre pelado y machadado
- 1 Chile cabro rojo fresco en lonchas finitas (se puede utilizar cualquier otro chile rojo picante fresco)
- 1 Cucharada de Azúcar negra.
- El jugo de dos limones persas.
- 1 Cucharada generosa de Salsa de Pescado (Fish sauce, que pueden encontrar en Yeep).
- La parte verde de una cebolleta tierna fileteada.

Preparación:

  • Preparar brasas de leña o carbón y dejar que atemperen un poco (debes ser capaz de tender la mano a unos 30 centímetros de las brasas durante unos 5 segundos). 

  • Cortar las aletas del Pargo y hacer 3 o 4 incisiones horizontales (de 1 centímetro de profundidad) sobre cada uno de los lomos del pescado . Secar el pescado con papel de cocina.

  • Mezclar el manojo de hierbas frescas y la piel de limón e introducirlo en la cavidad del pescado. Salpimentar.

  • Mezclar en el Aceite de Oliva Virgen Extra, los 3 dientes de ajo machacados y los 2.5 centímetros de jengibre. Hacer una pasta. Si fuera necesario añadir un poco más de aceite. Untar todo el pescado con esta mezcla, procurando que penetre en la zona de los cortes. Debe sobrar un poco de esta pasta que utilizaremos de base para la salsa.


  • Colocar la pieza sobre las brasas durante 10 minutos. Dar vuelta para asar el otro lomo otros 8 - 10 minutos, con mucho cuidado para que la piel, ya tostadita, no se quede pegada en la parrilla (tal como sí le sucedió al Lempira). Volver a voltear -o tapar- durante un par de minutos para que el lomo superior vuelva a coger temperatura.


  • Mientras el pescado está asándose, preparar la salsa Thai: tomar como base la pasta de ajo, jengibre y aceite que se utilizó para marinar el pescado. Agregar a ésta 1 diente más de ajo y 1 centímetro más de jengibre (podría ser menos de haber sobrado mucha pasta), el chile rojo fileteado (si te gusta más picante, puedes poner más... si no toleras mucho el picante pon sólo medio chile, pero sí te recomienda el Lempira que algo de chile siempre le incorpores a esta salsa, aunque no seas muy fanático del picante, pues le da al pescado otra dimensión), el azúcar moreno, el jugo de 2 limones y la cucharada generosa (o 2) de salsa de pescado. Revolver bien para que se integre el azúcar, situar en una sartén caliente y llevar a ebullición. Dejar reducir un 25%. Retirar del fuego y agregar la parte verde de la cebolleta fileteada.


Para degustar... servir el Pargo asado sobre una fuente y colocar la salsa en un recipiente aparte para que cada comensal se ponga la cantidad deseada. Para acompañar el pescado, pueden asarse a la brasa algunas verduras como ayotes, chiles dulces y cebolla. Además, una ensalada a base de tomates frescos y cebolletas aderezada con aceite de oliva, limón y sal va perfecto.

El Lempira, se decantó por hacer unos pinchos de camarones con cebolleta tierna y chile dulce rojo, a los que también marinó con la pasta de aceite, ajo y jengibre... el resultado: magnífico.


La comida fue un auténtico festín... Estaba tan bueno todo que olvidamos sacar fotos al estupendísimo Pargo ;)

Para tomar, un impresionante Viña de Martín Escolma 2008. Vino elaborado a partir de las uvas autóctonas gallegas Treixadura, Albariño, Lado y Torrontés de la Denominación de origen Ribeiro, elaborado por uno de los artesanos del vino que más fascinan al Lempira: Luis Anxo Rodríguez. De esta añada se embotellaron, únicamente, 1930 botellas!! un vino de culto...


Color amarillo dorado con brillantes reflejos oro y lágrima densa... en nariz repleto de aromas a fruta blanca como pera y manzana, pasado el tiempo cargamentos de membrillo, y notas de pipas tostaditas... en boca elegante y profundo, con una muy buena acidez que le augura todavía algunos años...



Categoría: Vino. 
Viña de Martín Escolma 2008
Puntuación
Cata
93.5
Relación Calidad Precio
7


No lo duden, disfruten de esta impresionante receta, una de las favoritas del Lempira que come!!!

jueves, 9 de julio de 2015

Villa Verde (Siguatepeque), el imprescindible de la carretera TGU-SPS

Villa Verde es más que una parada en la carretera que une Tegucigalpa y San Pedro Sula. Buena comida, ambiente relajado, buen servicio y productos orgánicos son atractivos a los que es difícil resistirse...


Situado una vez pasado Siguatepeque en dirección a San Pedro Sula, sobre el Kilómetro 122 de la carretera, Villa Verde es uno de los restaurantes más interesantes para los Gourmets empedernidos, como el Lempira que come. Y eso que por motivos varios, nunca había puesto un pié en él hasta hace a penas un par de semanas... pese a tener las mejores referencias (la Chef ceibeña Zenia Paz lo recomendó en la entrevista que le hicimos: ver aquí).

El local por fuera, a medio camino entre un galpón y un cobertizo, ciertamente, no destaca por su atractivo. Sin embargo, una vez ingresa el comensal al interior, el ambiente que se respira es realmente acogedor. La rusticidad del mobiliario, tallado en madera de guanacaste, y la decoración, con plantas en la sala y flores frescas en cada mesa, hacen del espacio un humilde pero muy atractivo interior campestre...


Si a esto se le añade la existencia de un huerto ecológico que regenta Villa Verde y del que proceden muchos de los ingredientes con los que se elaboran los platillos, el comensal puede estar seguro de acertar.

El Servicio en Villa Verde es cordial y normalmente atento, aunque algo lento (sin duda porque en cocina se elaboran todos los productos al momento de ser ordenados) por lo que se recomienda paciencia al comensal. Por cierto, al Lempira le trajeron hermosos recuerdos los tradicionales vestidos de las meseras!


El menú del restaurante Villa Verde resulta tremendamente acertado. Breve y conciso. Pocos platos, todos ellos muy apetecibles, y basados en la tradición. Exactamente lo que uno suele desear cuando se detiene en un restaurante "familiar"... por que, además, es de resaltar la excelente relación calidad-precio.

Como entrantes destacan las sopas: de res, de gallina, de frijoles (todas ellas en torno a 60-70 L.), o la ensalada de aguacate (a 65 L.). Entre los platos fuertes, las parrilladas, que van con res, pollo, cerdo, chorizo, ensalada, plátano frito, queso y tortillas (para 2 personas, 225 L., para 4 personas, 440 L.), el Bistec encebollado servido con arroz, frijol y ensalada (85 L.), los Pinchos, que se acompañan de verduras asadas, arroz y frijoles (85 L. los de res o pollo, 120 L., los mixtos), el Pollo horneado acompañado de arroz, tamalito, ensalada y plátano frito (85 L.), y el Filete de res con papas y ensalada (145 L.)

Entre las bebidas, destacan por excelentes, los frescos naturales (que se venden a 25 L.), especialmente, el de fresa. También hay cerveza, a 35 L. No hay vino.

El Lempira que come optó por probar el pollo horneado, y el filete de res...


El pollo, jugoso y perfectamente asado, cumplió perfectamente con su comentado. Buen sabor, buena textura y muy agradable el marinado de la piel... si bien, lo que más disfrutó el Lempira fue la fresquísima y sabrosísima ensalada de tomate y aguacate, perfectamente aderezada con aceite de oliva y limón. Muy bueno y cremoso el aguacate. También estaban muy ricos los frijoles, el plátano, el queso (penetrante sabor) y el tamalito... aunque el arroz era prescindible.

Un platillo completo muy bien sazonado de comida casera 100% cuidada... ¡Excelente! La única nota discordante fueron las tortillas, que no eran caseras. Una pena, porque entre tantos y tan bien elaborados productos frescos el desatino de las tortillas se convertía en un lunar demasiado visible.


El Filete premium también resultó bueno... aunque bien es cierto que la textura y sabor de la carne era mejorable. No así la ensalada, fantástica también ésta, y las papas... Ya saben los y las lectores y lectoras la particular cruzada del Lempira con las papas. En este caso, ¡Bravo por Villa Verde!, porque son las "papas campestres", con piel y un particular salteado con ajo y hierbas aromáticas, las mejores que ha probado el Lempira en Honduras!

También merece un espacio en el Salón de la Fama, el magnífico jugo de fresas frescas cultivadas por Villa Verde... sencillamente insuperable: estupenda acidez, goloso pero no empalagoso, con el hielo perfectamente granulado. Muy, muy, muy refrescante. Lástima que fuera servido en vaso plástico, clara contradicción para un restaurante "ecológico".


Por cierto, con este jugo se podría hacer un Daikiri de fresa ES PEC TA CU LAR.

Para coronar la comida, en Villa Verde suelen ofrecer como cortesía de la casa un café americano... y unas estupendas fresas con leche condensada... fresas frescas jugosas, golosas, y con una maravillosa acidez que invita a repetir y repetir y repetir. Perfecta forma de terminar suculento almuerzo!


Por último, vale la alegría detenerse en la tienda del restaurante Villa Verde para adquirir tanto sus  fresas, como sus muy buenas mermeladas... también hay panes dulces, hortalizas, plantas y souvenirs varios...

En Resumen: no olviden hacer un alto en el kilómetro 122 de la carretera de Tegucigalpa a San Pedro Sula... comer en Villa Verde es tremendamente recomendable.



Categoría "Restaurantes" Villa Verde, Siguatepeque
Puntuación
Entorno
7.3
Servicio
7.8
Servicio Vino

Comida
8


Puntuación Media
7.81
Relación Calidad Precio
10