jueves, 26 de febrero de 2015

Torre de Pizza, Tegucigalpa. ¿Un mal día?

El Lempira que come, visitó Torre de Pizza, en Tegucigalpa. Una popular pizzería que se caracteriza por ofrecer pizzas cuadradas.


La sucursal de Lomas del Guijarro, ubicada en el mismo centro comercial en el que se encuentra CoffeHolics (del que hablamos aquí),  cuenta con una gran cristalera con vistas. Sin duda, lo mejor de la sala, pues la decoración del local es poco agraciada. Algunos pósters inconexos en las paredes y poco más... la sensación que transmite tanto el exterior como el interior del local es de desgana. Hay que decir que en el momento de la visita los detalles navideños tampoco ayudaban mucho...

Sillones corridos negros, mesas de conglomerado de madera desnudas coronadas por una flor de plástico amarillo, que además de la poca gracia, estaba pegajosa como lo estaban también algunos de los frascos de aceite y queso rallado que entregaron... Mal.


El servicio se mostró cordial. Se limitó a tomar el pedido y responder cortésmente las preguntas del Lempira. Correcto.

En cuanto al menú... pizza, obviamente, entre las que destacan la Franco con queso, chile verde, cebolla, tomate, maíz, hongos, aceitunas negras y ajo a 250 y 380 en formato de 6 y 12 porciones respectivamente, la Pizza Picante con queso, chorizo, cebolla, aceituna verde y jalapeño a 270 y 399 respectivamente; o la Pizza Francese con queso gorgonzola, parmesano, cheddar y tricota a 270 y 399. Hay pasta: Fetuccini al pesto que servido con una salsa blanca y de pesto con pollo (¡!), Fetuccini Bianchi con pollo o atún (¡!) en salsa blanca, Fetuccini al Ragú en salsa roja de carne molida... todos ellos a 145 L. También se ofrecen Camarones empanizados, al ajillo o a la Diabla a 175 L., y Hamburguesas a 160 L. acompañadas con papas fritas. Hay también Fajitas de res o de pollo a 199 L.

Como entradas, Pan de ajo a 70 L., Alitas de pollo a 150 L, Dedos de pollo o Nachos con pollo quesillo, cebolla, chile y salsa casera a 150 L.

En definitiva, un amplio menú que trasciende los límites de la "cocina italiana" para adentrarse en otros terrenos. Combinaciones estrambóticas que se acercan al concepto de Guarrindongada, acuñado por el grandísimo Chef vasco "Robin Food" (del concepto, hablamos en este post)...

Como el Lempira que come tenía hambre de pizza, y el establecimiento se llama Torre de Pizza, decidió pedirse una grande de jamón y pepperoni por un lado, y tipo "Franco" por otro.


Como puede observarse, el tamaño de la pizza es más que adecuado. Como puntos positivos podría destacarse la cantidad de queso... (que tenía buen sabor) pero los puntos negativos, desafortunadamente, dominaron. El jamón no cumplió expectativas, el maíz tierno era de lata igual que los hongos... y, lo peor de todo, la pizza llegó sin estar totalmente cocida, lo que confería a la masa un ligero sabor a levadura. Cuando las masas no cuecen completamente... el estómago lo siente después.

En el capítulo de bebidas, destacan mucho (y para bien) los licuados naturales de piña, papaya, melocotón, fresa, banano, vainilla, oreo, chocolate y gramola a 47 L. y los jugos naturales. Ambos realmente buenos. Hay cerveza nacional y sodas.

En Resumen: la noche de la visita quizás no fué un buen día en la cocina de Torre de Pizza (a veces pasa eso hasta en los más reputados restaurantes del mundo). Sin embargo, siente el Lempira que tanto la oferta del menú, como el estado de cierta "dejadez" de la sala, los ingredientes (mediocres) de la pizza, e incluso los precios (demasiado elevados para lo que se ofrece), no invitan a regresar...  



Categoría "Restaurantes" Torre Pizza, Tegucigalpa
Puntuación
Entorno
6
Servicio
6.9
Servicio Vino
3
Comida
4


Puntuación Media
4.7
Relación Calidad Precio
4



viernes, 20 de febrero de 2015

Cadejo (San Salvador). Cervecería artesana de calidad!

Aprovechando la escala del vuelo de regreso del #ViejealasEstrellas, el Lempira que come decidió incursionar en uno de los locales más interesantes de San Salvador y más allá. La cervecería artesanal Cadejo, que en su fábrica, ofrece más que buena cerveza. Sin duda, todo un Must!


Situado en la llamada Zona Rosa de la capital, concretamente en la Calle La Reforma #222, la cervecería Cadejo se ha convertido en un lugar de peregrinación para los salvadoreños. Y no es para menos, pues Cadejo ha venido a llenar un hueco enorme que, desgraciadamente, aún nadie se ha atrevido a llenar en nuestro país... a excepción, claro, del enorme Maestro Thomas Wagner quien en Sol de Copán elabora la mejor cerveza de la región (ver aquí), y alguna que otra iniciativa sobre la que comentaremos algo en breve (D&D en el lago de Yojoa y un nuevo proyecto en Valle de Ángeles).

Atraídos por la calidad de la Cadejo y la buena promoción, los salvadoreños han hecho crecer enormemente el proyecto de David Falkenstein, un ingeniero electrónico que cambió la computación por el amor a la cerveza y decidió, en 2010 y tras un par de años de formación, fundar una cervecería artesanal que ofreciera diferentes tipos de cerveza de calidad y a precios asumibles


El proyecto creció tanto que la producción aumentó y aumentó, como la oferta. 4 tipos de cerveza diferentes siempre disponibles (una Red Ale, una Wheat American Pale Ale, una Stout y una Belgium Pale Ale), y, además, cervezas de temporada que se incorporan a la carta cada cierto tiempo. 

Excelente iniciativa para los amantes de este espumoso brebaje!


La oferta del local en cuanto a comidas se resume en diferentes platillos de picoteo como papas, jalapeños rellenos, dedos de queso o alitas cuyos precios oscilan entre los 4 US$ y los 8 US$. También se ofrecen platos más contundentes como salchichas alemanas con papas y chucrut, a 8,5US$, Fish and Chips al mismo precio, Hamburguesas con papas fritas (8 US$), o un Filete de res a la parrilla con papas (10.5 US$).

Como postres el clásico Brownie con helado, que se sirve con un shot de cerveza negra a 5 US$  o Cheasecake a 4 US$.

Una oferta que calza perfectamente con lo que se espera de un BeerGarden... así que bien.

El servicio prestado en Cadejo fue muy correcto. El mesero explicó con detalle el proceso de elaboración de cada cerveza que probó el Lempira y fue sincero al informar a éste que el filete de pescado del Fish and Chips era congelado. Muy bien, pues no son pocas las veces que el servicio, no se sabe si por indicaciones de la dirección o no, miente al respecto.

El Lempira, como no, cató las 4 cervezas permanentes y la cerveza de temporada, que en este caso era una cerveza spiced Ale aromatizada con jengibre. Además, probó las salchichas y la hamburguesa:


La cerveza de temporada, llamada Lupe Reyes, era dominada por el sabor a jengibre... fresca y atractiva como curiosidad, pero algo alejada del sabor que el Lempira busca normalmente. Está bien para probar algo diferente.

De las 4 cervezas ofertadas permanentemente la más lograda es la Belgium Pale Ale: fresca, profunda y compleja al paladar. No cansa y su ligero amargor final invita a tomar más. También gustó la cerveza negra: potente sabor a café y cacao, cuerpo ligero. Quizás esto último la penalice un poco, pues uno espera de una Stout algo más de contundencia. En cualquier caso muy ricas ambas cervezas... 


En cuanto a la comida... gustó mucho la salchicha ahumada, con un penetrante aroma y sabor ahumando. No gustó tanto la salchicha blanca... quizás porque en la retina guarda el Lempira el sabor de aquella que un gran amigo bávaro, Elmar Juergens, preparó para él en Munich. Las papas de acompañamiento llegaron crudas y el chucrut, mejorable.


La hamburguesa estaba rica. La carne con la que ésta se elabora tenía buen sabor a carne, lo cual no es poco decir. Las papas, congeladas de bolsa, al menos tenían una sal elaborada con chile que le daba un toque especial...

en cualquier caso... lo de siempre respecto a las papas: ¡restauranteros del mundo, únanse y... hagan las papas ustedes mismos! (que tampoco es tanto trabajo!)

En resumen: Cadejo es, definitivamente, un oasis en el desierto de la cervecería industrial que domina Centroamérica... ojalá más iniciativas como esta se instalen en todos nuestros países! Definitivamente, nos merecemos mejores cervezas que las industriales!



Categoría "Wine-Bar/Cafetería/Pub" Cadejo, El Salvador.
Puntuación
Entorno - Ambiente
7.8
Servicio
7.7
Bebidas - Comida
8
Puntuación Media
7.9
Relación Calidad Precio
7


martes, 17 de febrero de 2015

Toro Albalá: una de las mejores bodegas del mundo

El Lempira que come ha tenido el inmenso privilegio de visitar, de la mano del buen amigo y mejor enólogo Pepe Peinado (director del blog Aderramar) -con quien, por cierto, espera concretar algún día la aventura de producir conjuntamente un buen fino y un buen amontillado-, las instalaciones de la legendaria bodega Toro Albalá. Reconocida internacionalmente, por fin, como un tesoro de la humanidad... 


El reconocimiento internacional para la bodega situada en Aguilar de la Frontera (Córdoba, España) y perteneciente a la Denominación de Origen Montilla-Moriles, ha sido consecuencia de que Robert Parker, el más influyente catador del mundo, le haya otorgado a uno de sus vinos, un impresionante Pedro Ximenez dulce, la calificación más alta que se ha entregado jamás en la zona: 100 Puntos. La perfección.

Los aficionados al vino de calidad, y los lugareños, que ya sabíamos de la grandiosidad que detrás de esas paredes se preservaba desde el año 1922, estamos de enhorabuena... Felicidades a Toro Albalá!

Y es que en Toro Albalá se crían vinos generosos: finos, amontillados, olorosos y Pedro Ximenez desde hace cientos de años, como lo atestigua la impresionante sala de criaderas y soleras, repleta de botas de roble americano de 500 Litros llenitas de mágicos e históricos vinos...


Entrar a esta sala produce una emoción sin igual... uno tiene la sensación de estar adentrándose en una especie de templo sagrado y de acceso restringido. Atravesar la puerta de este espacio y descender las escalareas hacia la solera que soporta el peso de la historia, respirando los años del ambiente, es pura magia... más aún cuando uno tiene la oportunidad de probar semejantes tesoros...


Primero, el Lempira que come (y que, definitivamente, chupa) probó un fino... el conocido como Toro Albalá Fino Eléctrico, en recuerdo a que antes de ser bodega las instalaciones funcionaban como fábrica eléctrica. Buen inicio de cata. Un vino que sale al mercado con, al menos, 4 años de crianza en sistema de Criaderas y Soleras... un vino complejo, con cuerpo, seco y punzante. Un buen fino...

Luego, vinieron las sorpresas. El Lempira tuvo ocasión de saborear el Amontillado Marqués de Poley 1951... y se enamoró: por su profundidad, su capacidad de estremecer al catador llenando la boca de sabores y sabores, por su capacidad de apabullar, de saturar la comprensión... Y eso es lo que sucedió: complejidad máxima y potencia sápida no exenta de equilibrio y sedosidad. Es, sencillamente, una auténtica joya de la simbiosis que representa el vino: la madre naturaleza y la mano del hombre. No podría el Lempira describir cuántos aromas y sabores estaban presentes en semejante vinazo. Otro que merecería los famosos 100 puntos...


Y luego, todavía más... pues faltaban los tan ansiados PX dulces. El Lempira que come, junto con Pepe Peinado y el maestro tonelero (en la foto, a la izquierda, Pepe), tuvo ocasión de probar el PX 1963 y el Don PX Convento Selección 1946. Ambos absolutamente diferentes. El primero con dejes muy notables de café tostado, el segundo, puro coco. El primero, más potente, más aguerrido, con aristas y con una buena acidez que da a atender que dentro de 20 años será todavía más impresionante vino... el segundo, el PX 1946 de Toro Albalá, reconocido con 100 Puntos Parker, es armonía pura. Una danza. Una sinfonía. Equilibrio, redondez... un vino esférico lleno de matices. 



Ambos, son vinos para tomar unos sorbitos y meditar... esperarlos, sentirlos y reflexionar con ellos sobre el amor, la vida, el más allá y la infinidad del universo. Así le pasó al Lempira, quien dijo mientras cerraba sus ojos y paladeaba el denso vino:

- "Lo pequeños que somos los humanos y lo grandiosas que son algunas de nuestras obras cuando logramos armonizarnos con nuestra Madre Tierra" 

Definitivamente, estos son vinos de amor. 

La inolvidable visita, terminó en la sala artesanal de embotellamiento y etiquetado (todas las etiquetas de los vinos "premium" de Toro Albalá se elaboran a mano, una a una), pasando por la nave histórica de la bodega...


En la foto superior, una partida de PX viejos de Toro Albalá... etiqueta artesanal en madera firmada a mano...


El museo de Toro Albalá y sus botas históricas firmadas... Abajo, una muestra de la tienda, donde el Lempira se pudo llevar alguno de los vinos que más le impresionó: Marques de Poley Amontillado 1951 y...  


Desgraciadamente, nadie en Honduras ni Centroamérica importa este tipo de vinos... y cree el Lempira que funcionarían porque son ES PEC TA CU LA RES vinos.

Que alguien se anime!

jueves, 12 de febrero de 2015

Arrecifes, Tela. Buen restaurante marinero en primera línea de playa





El Lempira que come tenía pendiente compartir esta entrada desde que visitó Tela, esa hermosa ciudad caribeña de finas arenas blancas y hermosos paisajes vírgenes como los de la Reserva Janeth Kawas... Mar, playa, sol... y rico pescado en el restaurante Arrecifes!

Situado sobre la mismísima playa, Arrecifes ofrece todo lo que busca el comensal cuando visita esta linda ciudad. Pescado fresco, sopa marinera, mariscos... y cerveza fría. Todo ello en un ambiente informal, rústico, al que sin duda le vendría bien un repaso general en cuanto a mobiliario y decoración...

Sillas de plástico, mesas algo reducidas, suelos de cemento, una barra lateral en L y poco más... eso sí: las vistas del mar cubren todo defecto.


Sí destaca positivamente el servicio. Muy cercano y con ganas de agradar, explicaron al Lempira que come todos los detalles del menú, y alguno más. Bien!

El menú de Arrecifes es breve... como tiene que ser en un restaurante dedicado al pescado y al marisco. Como entrantes se ofrecen cocteles de camarón o caracol a 135 L. y ceviches de pescado a 125 L., algunas ensaladas, de camarón o caracol a 200 L. y lo que llaman "misceláneas" entre las que se encuentran hamburguesas, sándwiches o alitas de pollo.

Como platos fuertes parrillada de mariscos y pescado a 660 L., arroz con mariscos a 650 L., pescado frito según tamaño (entre 120 y 200 L.), camarones plancha, ajillo, empanizados o en mantequilla a 210 L., caracoles al mismo precio y calamares a 175 L. Todos los platos vienen acompañados con tajaditas, arroz con frijoles y algo de ensalada. Hay sopa de pescado, de camarón, de caracol, de jaiba y marinera a precios comprendidos entre los 130 L. y los 210 L.

En definitiva, un atractivo menú de mar a buenos precios.

Como el Lempira estaba muy acompañado, tuvo ocasión de probar un poco de todo. El cóctel mixto resultaba fresco, con bastante limón. Muy agradable en boca la textura de los vegetales cortados muy menudos. Quizás se echaba en falta algo de potencia sápida al pescado...


Por cierto, esa "vajilla vintage" causaría furor en más de algún estrellado restaurante europeo... puro encanto!

La sopa marinera estaba realmente rica. Todo el sabor que no tenía el pescado del cóctel mixto lo tenía la sopa. Perfecto punto... y bastante potencia marina matizada por el coco. Buen exponente de lo que debe ser una sopa marinera de nuestro caribe.


Los camarones empanizados resultaron correctos. Sin mucha chispa. ¿Serían congelados? el Lempira lo sospecha. En cualquier caso, cumplieron bien. Lo que no tiene perdón de Dios son las papas congeladas... no es cuestión exclusiva de Arrecifas... sino una práctica demasiado extendida últimamente y, la verdad, ya toca ponerle fin: ¡Basta de papas congeladas en nuestros Puestos de Comida y Restaurantes!


El pescado frito, a buen punto, con bastante sabor y buena textura. las tajaditas muy ricas, recién fritas... y el arroz con frijoles bastante bien logrado, lo cual no es tan común, desgraciadamente. Cumplió sobradamente el plato!


Por último, lo mejor de la comida, los calamarcitos al ajillo, que en otros lugares son conocidos con el nombre de chipirones. Sencillamente exquisitos. Perfecta textura al punto justo de ternura y con mucho sabor a mar en perfecta combinación con la excelente elaboración al ajillo. Muy, muy bien!... tanto gustaron que el Lempira dobletió...


Los tostones también buenos... no así la ensalada, completamente prescindible por su falta de vinagreta. Además, estaba elaborada con lechuga Iceberg... y ya se sabe: una ensalada de lechuga Iceberg no sabe a absolutamente nada. Sólo sirve como elemento decorativo de dudoso gusto puesto en un plato.

Como bebidas se ofrece cerveza, refrescos y algunos cocteles como margaritas a 70 L. o piña colada a 60 L. No hay vino.

En resumen: Arrecifes es un restaurante marinero que ofrece lo necesario y algo más para comer bastante bien a un precio más que razonable. Buena sopa marinera, excelentes calamares, buen pescado frito... 



Categoría "Restaurantes" Arrecifas, Tela
Puntuación
Entorno
6.4
Servicio
7.8
Servicio Vino

Comida
7.7


Puntuación Media
7.4
Relación Calidad Precio
8