jueves, 21 de noviembre de 2013

Cabernet Sauvignon... y sus aromas.

Hace un par de semanas posteamos una nota de cata de un vino (Bianchi Particular, Cabernet Sauvignon) elaborado con la variedad de uva Cabernet Sauvignon, que nos gustó bastante. Decíamos que nos encantaba su nariz, por su carácter floral. Una característica ésta, la floralidad, que asumimos se veía intensificada por la forma de elaboración del vino mediante el uso de la famosa técnica de la microoxigenación. Con otros vinos que utilizaron dicha técnica en su proceso de elaboración, también pudimos constatar aromas florales bastante marcados...

...Y sobre aromas característicos de la uva, en este caso de la Cabernet Sauvignon, es que queríamos hablar hoy:


De Origen francés, es la tinta colonizadora por excelencia, extendida a partir de su Médoc natal a todas las zonas templadas y calientes del mundo. Se aprecia principalmente por el intenso color que es capaz de transmitir a los vinos y sus poderosos  taninos que proporcionan vinos duros en su juventud pero de gran potencia de envejecimiento.

Sus aromas más característicos son el de bayas y el de violetas.  Estos aromas pueden hacerse mas complejos con la crianza, exhibiendo notas de regaliz, cedro, incienso, e incluso trufa. Particularmente notorio suelen ser sus matices de grosella y cedro, de paquete de cigarros o de mina de lápiz. Sin embargo, el aroma a pimiento verde, no es "propio" de la variedad. O dicho con mayor precisión, el aroma a pimiento verde denota una maduración incorrecta de la uva con la que se ha elaborado el vino. Es decir, si ustedes encuentran el tan recurrente aroma a chile verde en un vino elaborado con Cabernet Sauvignon, están ustedes tomando un vino elaborado con uvas inmaduras. Básicamente, un vino regular. 

El debate en torno al aroma de pimiento verde en el vino no tiene fin. Existen tantos defensores de dicho aroma, como detractores. Al Lempira que Come no le gusta demasiado que su copa huela a pimiento verde, pero si el vino en cuestión ofrece una paleta aromática suficientemente diversa y armónica, no solo no le molesta, sino que podría considerarlo, incluso, una virtud. 



martes, 19 de noviembre de 2013

Vino blanco: Síbaris Reserva Especial Chardonnay, 2011


 
    Fruto del trabajo de la seria y respetable bodega chilena Undurraga, llega a Tegucugalpa "Síbaris Reserva Especial Chardonnay", de la mano de los distribuidores Istmania, por el precio de 240 Lempiras.

      Se trata de un vino elaborado con uva Chardonnay proveniente del valle del Maipo. Un muy buen representante de esta variedad borgoñona cosechada en nuevo mundo, a un precio cómodo. 

     El vino presenta un color amarillo pálido, con reflejos dorados. En nariz se muestra bastante expresivo,  con predominio de aromas a mantequilla, bollería y semillas de girasol tostadas. Con el tiempo asoman algunos cítricos y heno. En boca se muestra amplio y sedoso, de entrada ligeramente golosa, de paso glicérico y algo pesado, sin duda por la cantidad de alcohol (14,5%), pero agradable a fin de cuentas. Se repiten los sabores que se perciben en nariz. Final medio y agradable.


Puntuación:
87 puntos.
RCP: 8

martes, 12 de noviembre de 2013

Tong's Tegucigalpa: Dr Jekyll y Mr Hyde

Quizás las expectativas estaban muy altas por las buenas críticas que el restaurante había cosechado, quizás tuvieron, en sala y cocina, 2 malos días (digo 2 porque la valoración que presentamos a continuación se basa en las dos visitas que realizamos), o quizás, simplemente, es que el restaurante quiere ofrecer más de lo que ofrece.

Situado en un entorno muy agradable de la capital, la casi bohemia plaza de San Martín, la filial capitalina del restaurante Tong's (originario de Roatán) ofrece a su nutrida clientela, una interpretación más o menos acertada de cocina Thai, interesantes cócteles (entre ellos, 5 diferentes combinaciones hechas a base de ginebra), algunas buenas cervezas de importación y una carta de vinos con unas 50 referencias.

El local, de diseño minimalista, presenta diferentes ambientes mejor y peor logrados. La muy acogedora terraza exterior, iluminada ténua e indirectamente, es, sin duda, la más agradable opción para relajarse y disfrutar de la comida, sobre todo en horario de tarde-noche. Sin embargo, el interior del local presenta varios espacios amplios, aunque algo anodinos. Una pequeña bodega climatizada da la bienvenida al salón principal, que es presidido por una gran fuente coronada por una estatua de elefante. Alrededor de la fuente se sitúan varias mesas grandes de madera con bancos bajos corridos. En la parte derecha del local, en cubículos formados por forjado de acero, se estructuran 3 ambientes, cada uno de los cuales consta de 3 mesas (de conglomerado y plástico) para 2 personas. Los techos altos, las lineas rectas y la escasez de decoración terminan por dar una sensación de amplitud poco "controlada" y falta de candor. En la parte izquierda del local se sitúa la barra para la confección de cócteles y más adelante, un reservado muy amplio. Por último, destaca al final de la gran fuente, la cocina abierta que deja ver el trabajo de los cocineros y la gran calidad de las instalaciones. Todo, por cierto, impoluto.

En lo que a comida se refiere, Tong's apuesta por la cocina Thai: cocina contundente que combina a la perfección los sabores frescos de la hierbabuena, la menta o el eneldo con sabores picantes (chiles), ácidos (cítricos), dulces (azúcar moreno), salados y especiados (el gengibre, el galanga, el Kaffir Lime y la limonaria son ingredientes básicos de esta cocina).

El restaurante ofrece numerosas entradas diferentes: un par de sopas (una de pollo, una de marisco) y varias sugerentes ensaladas, entre otras opciones. En platos fuertes, ofrece la posibilidad de optar por Woks, o Currys... Los platos que degustamos se mostraron muy dispares en calidad:

- Excelente la ensalada picante de hierbas con cortes de carne marinados (10) que contrastaba el frescor de las hierbas con el (muy) picante del chile, el ácido de la lima y el dulzor de la azúcar moreno,

- buena la sopa de pollo (7) que combinaba el sabor del coco con especias varias,

- correcta aunque algo desarmonizada la sopa de camarones (6) cuyos contundentes sabores picantes, dulces y especiados parecían no encontrarse,

- muy regulares los calamares (3), que parecían pasados y congelados y recongelados. Anillas de calamar fritas, crujientes por fuera pero sin sabor por dentro. Se sirven con 2 salsas.

- Bueno pero descompensado el Matsaman de costillas de cordero (7), en una densa salsa a base de frutos secos y especias como canela, clavo, chile, entre otras. Lástima que predominase tanto el sabor dulce en la salsa, pues terminaba haciéndola demasiado empalagosa. Se acompaña de arroz blanco (perfecto en aroma y punto) y patata (de muy buena calidad). La carne del cordero estaba tierna y su sabor era potente (quizás incluso demasiado potente).

- Malo el Wok de mero (1). Cubos de pescado -diría que congelado e incluso algo pasado de fecha- fritos en exceso (lo cual dejaba al pescado completamente seco y duro) y bañados de una salsa agripicante totalmente indigna de un restaurante de calidad. Una decepción de plato. Igualmente acompañado de arroz.

En el capítulo bebidas optamos por probar algunos de los cócteles hechos con ginebra que resultaron ser muy agradables. Especialmente el que se acompaña con limonaria (8).
La carta de vinos es variada y con precios más o menos ajustados. Se ofrecen unos 10-14 vinos blancos y un poco más de tintos. No se ofrece champagne, ni fino. Dos tipos de vinos que maridan a la perfección con este tipo de comida. En cualquier caso la carta de vinos indica cuáles son aquellos que acompañan mejor la comida de Tong's y aquellos que son especialmente recomendados por el Chef. La carta de vinos no está mal, aunque podría estar mucho mejor, pues se distribuyen en Honduras algunas interesantes opciones que no se han contemplado.

Para finalizar el post, comentar que el servicio en sala es bastante irregular. Muy cálida la recepción por parte de la Maitre, pero muy desprolija la atención en mesa. Sin rigor y algo apresurada. Los meseros que nos atendieron parecían, las dos veces, sobrepasados. Prácticamente no daban espacio a preguntas sobre la carta y cuando servían lo hacían a la carrera. Como anécdota contar que en la segunda ocasión que cenamos en Tong's, al pedir la bebida al mesero, éste desapareció corriendo, literalmente, sin dejarnos claro si había tomado, o no, nota de lo que habíamos pedido. Tal era nuestro desconcierto que 10 minutos después decidimos preguntarle a otro mesero por nuestras bebidas, cuando, milagrosamente y al mismo tiempo, apareció el mesero desaperecido, con nuestras bebidas. Además, nos sirvieron los segundos platos antes de que hubiéramos finalizado los primeros. Y, luego, cuando finalizamos los segundos, quedaron en mesa los restos durante muchos minutos, hasta que logramos pedir la cuenta. Detalles de servicio que en un restaurante con pretensiones no deberían suceder.

Así pues, en resumen, nuestra experiencia gastronómica en Tong's es "contradictoria". Tanto en calidad de la comida como en calidad del servicio hay demasiados claroscuros. No pueden ofertarse deliciosos platos excelentemente ejecutados y presentados, con otros platos que dejan tantísimo que desear. Y menos aún teniendo en cuenta que la media de gasto por persona, sin vino, se eleva a unas 600-800 Lempiras. Mucha plata para tanto claroscuro.

Si bien, el Lempira que come les anima a mejorar lo clara y absolutamente mejorable... y les desea lo mejor, pues son escasos los restaurantes de calidad en Tegucigalpa que se animan a ofrecer algo diferente. Ojalá podamos repetir experiencia en breve, con algo de mejor suerte.


Puntuación (Categoría "restaurantes")
Entorno: 9
Servicio: 5
Servicio de vino: 6,5
Comida: 6,5
Puntuación media: 6,5

PCP: 5


Por cierto, ¿por qué no tienen una carta traducida al castellano?


domingo, 10 de noviembre de 2013

Vino: Bianchi Particular Cabernet Sauvignon 2006


Se trata de un vino tinto argentino elaborado con Cabernet Sauvignon de la zona de Mendoza. Uno de los vinos Premium de la  bodega mítica Casa Bianchi, fundada por Valentín Bianchi en la década de los 50. 

Se trata de un vino distribuido en Honduras por SWG al precio de 550 Lempiras, que presenta la cara más amable y seductora de la potente Cabernet Sauvignon.

Es un vino de capa alta, color cereza picota, con ribete violáceo-rosado que aún no muestra muchos signos de evolución.

En nariz es muy fragante, de alta intensidad, con predominio claro de las notas flores en combinación con las del roble cremoso -¿producto quizás de la microoxigenación?. Ciertamente es una nariz seductora, aunque no muy compleja... Asoma algo de fruta roja de fondo y quizás ligeras notas de ceniza. 

En boca se muestra domado, potente pero elegante, con los taninos pulidos. Concentrado, amplio pero femenino. Un vino de excelente estructura en el que predominan los sabores a frutas rojas y las notas florales. Final largo.

Muy recomendable.


Puntuación: 92+
RCP: 8

viernes, 8 de noviembre de 2013

Carnitas "El Chele": El mejor chile, las mejores carnitas...

Pasadas ya 2 semanas del vil asesinato del Chele, recuperamos el ánimo para escribir sobre su cocina.


Probablemente la caseta de SalvaVida situada entre el estadio y el mayoreo, en la que este puesto de carnitas funcionaba, no fuera el mejor empaque. Probablemente uno no esperaría mucho de un lugar sucio, rodeado de un denso tráfico y su consecuente bulla, sin un baño decente y con numerosas goteras que incluso filtraban agua en días soleados. Techos descascarados, pintura repintada y desconchada, suelos gastados, mesas de madera polvorientas, un anafre casero que regenta la puerta de acceso principal y la figura grande, enorme, del Chele entrando y saliendo de su "cocina".

A simple vista, un humilde comedero, un puesto más.

Sin embargo, la fama que perseguía a las carnitas del Chele no era, ni mucho menos baladí. Sus carnitas eran localmente conocidas. Nacionalmente incluso. Y no lo eran sólo por la persona que estaba detrás de su elaboración. Sus carnitas eran reconocidas porque eran deliciosas. Como delicioso y muy picante, era su chile. Chile con receta de autor que jamás reveló. Un chile para papilas acostumbradas a lo duro, para gargantas con aguante... para machos, que diría el Chele.

En su puesto... sólo se servían carnitas, aunque en algún momento también tacos y otras elaboraciones. Las carnitas del Chele eran carnitas catrachas de toda la vida. Frijoles, chimol, tiras de carne asada, chimichurri, chile y una tortilla... ¿Porqué eran entonces sus carnitas tanto mejores que otras? ¿porqué las carnitas del Chele eran las mejores carnitas que jamás hemos probado en el Lempira que come?


... quizás fuera el amor que el Chele tenía por la buena carne; sus carnitas siempre estaban bien asadas, con la carne en su punto perfecto de cocción, ligeramente tostada por fuera, tierna y jugosa por dentro... o quizás fuera por la delicadeza con la que preparaba los frijoles, a los que añadía en su elaboración algo de ajo y perejil micro-cortado; o quizás fuera porque al chimichurri lo elaboraba con Aceite de Oliva Virgen, o quizás porque al chimol lo tenía siempre recién hecho, no le añadía culantro y la cebolla era tierna; o, tal vez, porque su chile conseguía amplificar el sabor de todos y cada uno de los ingredientes que componían el plato... o, probablemente, porque las tortillas elaboradas por su esposa -una auténtica maravilla- se servían ligeramente braseadas...

o, quizás, fuera su mano. El amor del Chele por la humanidad, que era transmitido a través de sus carnitas.

Sea como fuere, realmente eran unas carnitas extasiantes, de auténtica locura, para comer sin parar, una maravilla. Unas carnitas de ensueño: las mejores carnitas del mundo, por sólo 100 Lempiras.

Nosotros nunca pudimos averiguar cuál era el secreto... y eso que alguna vez nos regaló un frasco de chile que, por supuesto, aún guardamos con amor. Lo peor es que nadie jamás podrá averiguarlo ya. En este país de muerte, muere la gente a balazos, muere la esperanza, muere la cultura, muere el amor, muere la nación, muere. ¿Hasta cuando? ¡Basta Ya!


Puntuación (categoría: "puestos de comida")
Servicio: 7
Comida: 10
Puntuación media: 9,4

RCP (Relación Calidad Precio): 9