jueves, 23 de enero de 2014

Pollos al carbón Yamal: una excelente opción!


Situado en la calle principal de Miraflores, este puesto de pollos al bidón no dejó indiferente al Lempira que come. ¡Tomen nota!

Yamal ofrece lo que dice ofrecer: pollos al carbón. Muy buenos. Crujientes por fuera, con la piel tostadita, jugosos por dentro, como tiene que ser. El toque especial de Yamal se consigue gracias al maridaje secreto que utilizan para la piel del pollo y el excepcional y potente aroma y sabor a brasa. No se puede pedir más al precio de venta (135 Lempiras).

De la salsa que utilizan para el maridaje no podemos dar cuenta, pues no han querido revelarle al Lempira su receta… pero tenemos claro cómo consiguen semejante sabor y aroma a brasa. Es un truco simple que se utiliza tanto en alta cocina (el asador Etxeberri, en el País Vasco –considerado mejor asador del mundo- son maestros en el asunto) como en numerosas cocinas tradicionales alrededor del mundo. En Perú, por ejemplo, la técnica es llamada “al cilindro”, y consiste, básicamente, en encerrar aquello que se cocina (en este caso pollo, pero podría ser cerdo, res, o cualuqier otra carne e incluso pescado o marisco) en un ambiente repleto de humo mientras se asa. Mediante esta técnica se asa y se ahuma a la vez: ¿Cómo?


En Yamal utilizan bidones con tapadera. Cortados longitudinalmente consiguen superficie de sobra para situar el carbón y colocar una rejilla que hace de soporte parrillero para los pollos. La otra mitad del bidón es utilizada como tapa. Resultado: el carbón asa los pollos y la tapa del bidón, al cerrarse, permite mantener dentro todo el humo generado. De este modo se logra que el humo penetre profusamente en el pollo. ¡Excelente Yamal!

Eso sí, al Lempira que come le encantaría que en vez de utilizar carbón utilizaran madera. El humo que genera la madera es mucho más sabroso (y sano) que el conseguido con carbón. Además, diferentes tipos de madera logran ahumados distintos: pollos con sabores muy diferentes se consiguen asando con madera de roble y con madera de pino, por poner un ejemplo.

En cualquier caso, como ven, es un truco sencillo que se puede hacer en casa. Basta con conseguir una parrilla que permita, de algún modo, encerrar el humo. Sugerencia para intrépidos asadores excelencia culinaria: añadan a la brasa de madera una buena cantidad de romero para generar un humo aromatizado. Verán (y sobre todo, olerán y saborearán) una carne maravillosamente ahumada.


Puntuación (categoría: puestos de comida)
Comida: 8
Servicio: 7
Puntuación Media: 7,8

Relación Calidad Precio: 9

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