Roatán Oasis, West End: buena comida, agradable ambiente turístico

Roatán Oasis (9484 6659) se ha convertido en el restaurante de moda desde que decidiera abrir sus puertas en Enero 2013 en una hermosa casa de dos plantas construida a las afueras de West End. Un establecimiento bien decorado, de inspiración minimal y que recrea un ambiente moderno al estilo NYC, da la bienvenida a comensales nacionales, y, sobre todo, estadounidenses.

Situado tras unos 10 minutitos de caminata a ritmo lento por la carretera principal que sale de West End, tomando el desvío de la derecha, el restaurante que alberga el Roatán Oasis dispone incluso de piscina, con lo que es posible disfrutar de los encantos del agua estancada tras o antes de la cena… aunque, pensándolo bien: ¿para qué querría uno ir a la piscina teniendo el mar caribe a su disposición?

En realidad el motivo es fácilmente explicable, pues Roatán Oasis es la residencia de la pareja de dueños que en Agosto de 2008 compraron el terreno e iniciaron la construcción de su casa y restaurante. Él, Will, director de submarinismo con grado Platinium; y ella, Loren, Chef. Una pareja que decidió afincarse en Roatán apostando todo lo que tenían por vivir en este hermoso paraíso catracho llamado Roatán.

El restaurante recrea un ambiente informal, muy del estilo de los nuevos establecimientos de comidas y bebidas estadounidenses, con salas amplias y diáfanas de líneas rectas. Madera cruda, acabados rectilíneos, poca decoración siempre sencilla, y colores neutros. Para acceder al restaurante es preciso subir unas escaleras de madera exteriores. Una vez dentro el comensal pude decidir sentarse en la muy agradable terraza cubierta o bien acceder a la sala principal donde se sitúa la barra con varios taburetes y algunos sofás, además de varias mesas (antes había también un futbolín y una mesa de billar que, intuye el Lempira, por necesidades de espacio fueron retirados).

Decida el comensal sentarse en la sala principal o en la terraza, que se abre como apéndice de la sala al sol de Roatán, lo cierto es que se sentirá cómodo, pues pese a que el calor a veces aprieta en la Isla, el sistema de ventilación del establecimiento funciona a la perfección haciendo innecesario el aire acondicionado, lo cual, se agradece.

El servicio en Roatán Oasis es cercano e informal. La propia dueña, o bien las meseras encargadas (también estadounidenses las veces visitado) se relacionan con los comensales estableciendo una interacción cuasi familiar o de amistad. Lenguaje coloquial, trato amistoso y sonrisas cómplices unido a chascarrillos varios hacen que el servicio sea muy del agrado de la población joven y de mediana edad. El castellano falla demasiado, aunque tanto las meseras como Loren lo entienden bien y tratan como pueden de comunicarse en dicha lengua. Eso sí: ¡falta un menú en catracho!

La carta del Roatán Oasis es perfecta para estar completamente seguro de que lo que allí se sirve es fresco. Cada semana, aproximadamente, renuevan el menú al completo en función de los mejores productos frescos que se hayan podido encontrar en la Isla. De este modo, de acuerdo al mercado, Loren elabora uno u otro menú, en los cuales es posible observar influencias de varios continentes: asiáticas (currys indios e indonesios de cordero y pollo, naan, uso de especias y hierbas aromáticas como la menta, hojas de lima, limonaria), latinoamericanas (tacos, maceraciones, chiles, sopas de tortilla), europeas (sopas frías como gazpacho español, pasta casera, carpaccios, Roast Beef, Risotto) y también estadounidenses (costillas BBQ, hamburguesa de cordero). Un muy atractivo y fresco menú donde ingredientes y técnicas de todo el mundo se reúnen para hacer volar al comensal. También se ofrecen interesantes elaboraciones hechas a base de marisco y pescado fresco, más allá de los clásicos pescado frito o marisco al ajillo. El Lempira lo tiene claro: no lo duden. Cómanlo...

Porque Roatán Oasis tiene la fórmula del éxito: buena materia prima, buenas ideas en cocina y mejores manos para desarrollarlas. Además, buenos precios, pues los platillos de entrada suelen costar entre 100 y 200 L. y los platos de fondo entre 250 L. y 450 L. lo cual no es más elevado que la inmensa mayoría de restaurantes de la zona. Si van a viajar a Roatán, para estar al tanto del menú y no quedarse sin espacio en el restaurante (ya que en fechas señaladas el lleno es total), les recomendamos añadir a su Face el Face de Roatán Oasis.

El Lempira que come probó varios de los platos del menú. Estas fueron sus impresiones:

Tacos de Atún: fresquísimo lomo de atún crudo, con salsa ligera a base de Yogurt y Wasabi, tortilla crujiente. Rico entrante. Perfecta la combinación del atún y la salsa, aunque le faltaba sal. La presentación es bien sugerente (ver foto superior).

El Naan relleno con cordero macerado con menta, yogurt y chutney de mango estaba realmente rico. El cordero estaba tierno y tenía una exquisita potencia sápida. El naan (pan indio cuya masa incluye yogurt entre sus ingredientes) estaba bien logrado.

El Curry rojo con tirabeques y chiles era fresco y sabroso (bastante picante) pero algo falto de cremosidad. El sabor del galanga estaba presente, pero no así de la lima kaffir. En cualquier caso, era un plato agradable y resultón (no apto para personas que no toleran el picante). Falto también de sal.

El Cordero Vindaloo era una pierna entera de corderito macerada en ajo y cocida durante horas. Perfectamente tierna, se separaba del hueso con mucha facilidad y se disolvía en la boca de manera maravillosa. Una textura perfecta. El sabor del plato recordaba más a un cordero con ciruelas que a un Vindaloo de los que el Lempira probó en la India en varias ocasiones (por su deje picante y dulzón a la vez), pero... estaba realmente delicioso, aunque falto de sal.

El Lempira que come cerró el festival probando los postres que estaban disponibles. Sneakers bar casero: mucho sabor a toffee, helado de vainilla cremoso y un crust de cacahuate muy rico (una bomba calórica de azúcar); y el llamado Banofi: galletas de mantequilla con toffee y crema de banana. Un postre que los amantes del dulce y la banana querrán llevarse a casa por cajas.

Por poner algún pero a la cocina, decir que no se entiende la decisión de no poner sal a las diferentes elaboraciones que se ofrecen. En cualquier caso, bien es cierto, es un mal menor, pues con añadir un poco de este mágico potenciador de sabores, es suficiente.

El Lempira recordaba durante la ingesta que la vez anterior probó un rack de costillas de cerdo BBQ marinadas en salsa chipotle que estaba no excelente, sino sencillamente ES PEC TA CU LAR. Desgraciadamente no había en esta última visita. También recordaba con mucho entusiasmo el postre especial de la casa de aquella vez pasada: los agujeros de Donas fritas con helado.

En el capítulo de bebidas, decir que Roatán oasis ofrece frescos naturales y cocteles también naturales (150 L.). Además, cervezas nacionales a 35 L. y cervezas de importación entre 50 y 80 L (Franciskaner a 80 L.). También hay Sidra (Strongbow 90 L.). El capítulo de vinos puede valorarse como correcto pues a pesar de que las copas son buenas (algo bastante destacable), y de que se ofrece hielera para enfriar el vino o incluso decantación utilizando el método Vinturi, lo cierto es que son escasas las referencias de vino disponibles. En cualquier caso es posible pagar descorche y llevar uno mismo su botella de vino.

En resumen: la cocina del Roatán Oasis vale muchísimo la pena. De hecho, consideramos que es un total y absoluto MUST para cualquiera que visite la isla, pues el restaurante ya podría considerarse como uno de los mejores de Honduras.

Categoría "Restaurantes" Roatán Oasis, West End	Puntuación
Entorno	8
Servicio	8
Servicio Vino	7
Comida	8,4
Puntuación Media	8,05
Relación Calidad Precio	8