Recientemente el Lempira que come ha tenido la ocasión de catar el vino Viña Collada, de reciente ingreso a Honduras.
La añada 2010 de Viña Collada es un Tempranillo 100% de viñedos de la zona de Elciego donde se sitúa una de las bodegas más longevas y prestigiosas de España: Marqués de Riscal, en la Denominación de Origen Rioja. Esta bodega, famosa por sus cásicos e inimitables vinos Marqués de Riscal Gran Reserva y Barón de Chirel, ha iniciado, desde hace ya más de una década, un proceso de "modernización" muy significativo. Un proceso de "modernización" que abarca desde la imagen hasta los propios vinos de la bodega, manteniendo los principios básicos que la hicieron grande en cuanto a su línea clásica.
La flamante nueva imagen de Marqués de Riscal incluye nada más y nada menos que un edificio espectacular, diseñado por Frank Gery (foto superior extraída de la página Web de la bodega), que alberga la bodega, un hotel y un restaurante de lujo. Y también nuevos vinos y viñedos en diferentes zonas de la geografía española.
Viña Collada es un vino que pertenece a esta nueva onda moderna de la bodega. Un vino de buena hechura que se aleja de los parámetros más clásicos de los vinos de Rioja y se embarca de lleno en lo que se denominó hace pocos años en España y de modo dudosamente acertado, vinos de Alta Expresión. Eso sí, evolucionado, porque aquellos vinos de alta expresión eran un concentrado de madera de roble que más bien bajo espacio de expresión dejaban al "terroir" riojano. Viña Collada, diría el Lempira, es un vino moderno que no abusa del maquillaje de la madera, pero que, definitivamente, apuesta por otro perfil diferente al clásico. Y está bueno.
Vista: color rubí - granate de capa media baja con ribete rosáceo. Lágrima fina y abundante.
Nariz: frutal. Predominan aromas a frutas rojas, algo de cereza y claramente regaliz. La madera no satura, sino que se muestra muy agradablemente de fondo, cacao puro. Evoluciona a notas ahumadas y cierto deje medicamentoso.
Boca: paso equilibrado, agradable, de cuerpo medio, más bien ligero. Con buen ataque. Cierta golosidad en la entrada y correcta acidez, algo justa. Taninos suaves. Final medio.
Viña Collada es un vino bien hecho. Más que correcta muestra de cómo se expresa la uva Tempranillo: fruta roja + regaliz. Una buena opción para acercarse a los vinos españoles elaborados con Tempranillo.
Para el maridaje, sin haber probado el vino previamente (craso error), el Lempira hizo una paella de setas y pollo (la misma receta que compartió con Pecho de Águila)... y no funcionó. La ligera golosidad del vino peleaba con el fondo de la paella y el retrogusto del vino magnificaba los sabores y aromas de las setas, que terminaban por enmascarar el conjunto. Así pues, el Lempira recomendaría para este vino una carne de caza con salsa de frutos rojos o algo similar que juegue un poco con la golosidad y el dulzor. Carne de res también va bien.
La añada 2010 de Viña Collada es un Tempranillo 100% de viñedos de la zona de Elciego donde se sitúa una de las bodegas más longevas y prestigiosas de España: Marqués de Riscal, en la Denominación de Origen Rioja. Esta bodega, famosa por sus cásicos e inimitables vinos Marqués de Riscal Gran Reserva y Barón de Chirel, ha iniciado, desde hace ya más de una década, un proceso de "modernización" muy significativo. Un proceso de "modernización" que abarca desde la imagen hasta los propios vinos de la bodega, manteniendo los principios básicos que la hicieron grande en cuanto a su línea clásica.
La flamante nueva imagen de Marqués de Riscal incluye nada más y nada menos que un edificio espectacular, diseñado por Frank Gery (foto superior extraída de la página Web de la bodega), que alberga la bodega, un hotel y un restaurante de lujo. Y también nuevos vinos y viñedos en diferentes zonas de la geografía española.
Viña Collada es un vino que pertenece a esta nueva onda moderna de la bodega. Un vino de buena hechura que se aleja de los parámetros más clásicos de los vinos de Rioja y se embarca de lleno en lo que se denominó hace pocos años en España y de modo dudosamente acertado, vinos de Alta Expresión. Eso sí, evolucionado, porque aquellos vinos de alta expresión eran un concentrado de madera de roble que más bien bajo espacio de expresión dejaban al "terroir" riojano. Viña Collada, diría el Lempira, es un vino moderno que no abusa del maquillaje de la madera, pero que, definitivamente, apuesta por otro perfil diferente al clásico. Y está bueno.
Vista: color rubí - granate de capa media baja con ribete rosáceo. Lágrima fina y abundante.
Nariz: frutal. Predominan aromas a frutas rojas, algo de cereza y claramente regaliz. La madera no satura, sino que se muestra muy agradablemente de fondo, cacao puro. Evoluciona a notas ahumadas y cierto deje medicamentoso.
Boca: paso equilibrado, agradable, de cuerpo medio, más bien ligero. Con buen ataque. Cierta golosidad en la entrada y correcta acidez, algo justa. Taninos suaves. Final medio.
Viña Collada es un vino bien hecho. Más que correcta muestra de cómo se expresa la uva Tempranillo: fruta roja + regaliz. Una buena opción para acercarse a los vinos españoles elaborados con Tempranillo.
Categoría: Vino. Viña Collada 2011
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Puntuación
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Cata
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83
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Relación Calidad Precio
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7
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Para el maridaje, sin haber probado el vino previamente (craso error), el Lempira hizo una paella de setas y pollo (la misma receta que compartió con Pecho de Águila)... y no funcionó. La ligera golosidad del vino peleaba con el fondo de la paella y el retrogusto del vino magnificaba los sabores y aromas de las setas, que terminaban por enmascarar el conjunto. Así pues, el Lempira recomendaría para este vino una carne de caza con salsa de frutos rojos o algo similar que juegue un poco con la golosidad y el dulzor. Carne de res también va bien.
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