Matambritas comienza su andadura en Enero de 2012, con un puesto situado en el centro comercial Novacentro. Su restaurante primigenio, con varias mesas de madera y bancos también de madera, utiliza el sistema selfservice puesto de moda por las cadenas más famosas estadounidenses: es el comensal quien acude a pedir a las puertas de la cocina, y no el comensal el que es atendido en la mesa. La particularidad del sistema de Matambritas, que posteriormente se aplicaría también en el resto de sucursales, consiste en entregar un vibrador al cliente una vez éste ha realizado el pedido de comida en la barra. Cuando el aparatito suena, el cliente debe regresar de su mesa a la misma barra y recoger la comanda. Sencillo y eficiente sistema que ahorra costos y permite preparar al momento (y no únicamente recalentar) la comida; lo cual, huelga decirlo, redunda en beneficio de la calidad.
El servicio ofrecido en Matambritas, en consecuencia, se limita a atender de manera atenta al cliente en la barra y a entregar la comanda. No deja margen para comentar mucho más. Sí la imagen jovial y divertida de la marca. La original grafía y, sobre todo, el colorido Beattle de época que anuncia Matambritas, son ya casi un símbolo en Tegucigalpa. Por no hablar de los atrevidos nombres de sus hamburguesas, valga "Chuck Norris" como ejemplo. Todo ello conforma un diseño integral que permite distinguir a Matambritas de otras opciones, y que, a buen seguro, sirvió de gancho para posicionar al restaurante en el apretado mercado hondureño. Todo un logro, dada la sobredosis de cadenas de comida rápida existentes.
A propósito, para quienes quieran asombrarse aún más con la industria de alimentación estadounidense, el Lempira les recomienda visualizar el documental "Food Inc". No tiene desperdicio.
Regresando a lo que nos ocupa en esta ocasión, decir que Matambritas ofrece un completo menú de hamburguesas entre las que destacan la mencionada "Chuck Norris" -con chorizo, huevo, cebolla roja, queso americano y tomate con salsa de chipotle (que, hay que decirlo, no pica en absoluto)- y la M2 -elaborada con 2 hamburguesas de res, lechuga, tomate y cebolla. Otras opciones contemplan cebolla caramelizada, pollo, mezcla de quesos, etc. Además de hamburguesas, en Matambritas se pueden comer también unas aceptables costillas de cerdo estilo americano (con salsa BBQ), tiernas y dulzonas.
Las hamburguesas probadas por el Lempira que come cumplieron notablemente. El pan utilizado resulta ser muy agradable: tierno y dulzón, acompaña perfectamente el sabor de las salsas. La carne, cumple las expectativas, y si es comparada con otras famosas cadenas, decir que gana de goleada es quedarse corto, porque, la verdad, juega en otra división. Aunque, no todo el monte es orégano. En opinión del Lempira hay algunas combinaciones que resultan un tanto vastas: res y pollo, o res y cerdo (en forma de chorizo parrillero, no en forma de bacon) son combinaciones arriesgadas que dentro de una hamburguesa chocan. Por ejemplo, en el caso de la "Chuck Norris", el sabor potente y penetrante del chorizo parrillero, deja en un segundo plano a la carne de res. Y en una hamburguesa, es importante sentir el sabor de la carne. Otras combinaciones ofrecidas rozan lo que definiría el magnífico cocinero vasco, David de Jorge alias Robin Food, como una guarrindongada. Y esto no tiene porqué ser malo necesariamente, pero, desde luego, indica que la combinación creada no tiene como atributo invitado a la elegancia.
Observen algunas de las guarrindongadas que hacen los españoles, a escondidas o con alevosía y sin pudor alguno:
Y... esto le ha dado al Lempira una buena idea: compartamos las guarrindongadas (o cochinangadas) patrias. Orgullezcámonos de esas combinaciones terribles que a algunos les parecen cantos de ángeles. Nueva sección de Lempira que come: cochinangadas catrachas. En un futuro post!
Los complementos que se ofrecen en Matambritas también superan, con mucho, la oferta de otras cadenas: se puede optar por papas fritas en forma de espiral (al Lempira le encantaría que revisaran esta opción, pues sería mil veces mejor ofrecer papas fritas naturales), tostones, yuquitas fritas o guacamole. ¡Todo un acierto!
Por último, indicar que el precio de los combos, con refresco incluido, oscila entre los 120 y los 200 Lempiras. Un precio razonable si se tiene en cuenta la calidad de la hamburguesa.
En resumen: Matambritas vale la pena.
¿Cuál es tu favorita?
Puntuación (categoría "puestos de comida")
Servicio: 7
Comida: 8,2
Puntuación media: 8
Relación Calidad Precio: 7
Me gusta bastante la variedad y diferencia de los complementos, y los nombres son muy originales, sin embargo ami opinión no me gusta esta hamburguesa ni las chiriviscas ya que siempre me las dan retostadas :( el pan es muy pequeño para el gran pedazo de carne o pollo que colocan; el la pechuga de pollo en la pio pio por si sola no sabe a nada lo que le da sabor a la hamburguesa es la abundante salsa que le ponen; y en lo particular si como una de estas termino con dolor de estomago ya que me resulta muy pesada(hay personas que así les gustan las hamburguesas o que piensan que así deben ser) pero es debido a que el pan al parecer lo recubren con margarina ya que se le ve el color y se siente en el sabor!
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