Muchas son las pupuserías en Tegucigalpa y alrededores que dicen ofrecer las mejores pupusas de la capital. Algún día el Lempira que come logrará catar una muestra lo suficientemente representativa como para valorar cuál es la mejor de las mejores... o quizás, algún día, organice un concurso de pupusas. Ya se verá...
El fin de semana pasado, el Lempira visitó nuevamente el mayoreo y decidió comerse unas ricas pupusas. Preguntó por allí cuáles eran las que mejor fama tenían y le indicaron que, quizás, las de Emanual. Así fue como decidió sentarse en el puesto situado en una de las esquinas del "food court" del mercado.
Una mesa alargada de construcción, dos bancos corridos de madera, y numerosas empleadas trabajando la masa de las pupusas. En la plancha, el capataz, suponemos que Emanuel, atento al punto de cocción. Se ofrecen pupusas de quesillo, de chicharrón, mixtas, y en ocasiones, también de loroco... al precio de 13 Lempiras cada una.
La masa que Emanuel consigue es fina, agradable al paladar, con el toque justo de sal y golosidad en boca. El quesillo se funde perfectamente sin dejar grumo alguno. El chicharrón se nota, como tiene que ser, potente, pero a su vez suficientemente elegante. Desgraciadamente, ese día no tenían pupusas de loroco, las favoritas del Lempira :(
La orden de pupusas se completa con zanahoria encurtida y crujiente, al punto de dulzor, cebolla con chile, de picante moderado, y ensalada de repollo blanco: tradición.
Evitar las horas punta es recomendable, porque la calidad de las pupusas es conocida y la espera se hace larga con tanta gente en la mesa... aunque, claro, nos alegramos de ello por Emanuel. Calidad en las pupusas, a buen precio. Que siga siendo así por mucho tiempo!
Puntuación (categoría: "puestos de comida")
Comida: 8
Servicio: 7
Puntuación Media: 7,8
Relación Calidad Precio: 8
El fin de semana pasado, el Lempira visitó nuevamente el mayoreo y decidió comerse unas ricas pupusas. Preguntó por allí cuáles eran las que mejor fama tenían y le indicaron que, quizás, las de Emanual. Así fue como decidió sentarse en el puesto situado en una de las esquinas del "food court" del mercado.
Una mesa alargada de construcción, dos bancos corridos de madera, y numerosas empleadas trabajando la masa de las pupusas. En la plancha, el capataz, suponemos que Emanuel, atento al punto de cocción. Se ofrecen pupusas de quesillo, de chicharrón, mixtas, y en ocasiones, también de loroco... al precio de 13 Lempiras cada una.
La masa que Emanuel consigue es fina, agradable al paladar, con el toque justo de sal y golosidad en boca. El quesillo se funde perfectamente sin dejar grumo alguno. El chicharrón se nota, como tiene que ser, potente, pero a su vez suficientemente elegante. Desgraciadamente, ese día no tenían pupusas de loroco, las favoritas del Lempira :(
La orden de pupusas se completa con zanahoria encurtida y crujiente, al punto de dulzor, cebolla con chile, de picante moderado, y ensalada de repollo blanco: tradición.
Evitar las horas punta es recomendable, porque la calidad de las pupusas es conocida y la espera se hace larga con tanta gente en la mesa... aunque, claro, nos alegramos de ello por Emanuel. Calidad en las pupusas, a buen precio. Que siga siendo así por mucho tiempo!
Puntuación (categoría: "puestos de comida")
Comida: 8
Servicio: 7
Puntuación Media: 7,8
Relación Calidad Precio: 8
No hay comentarios:
Publicar un comentario