Si tienen planeado visitar Roatán, seguramente, en algún momento del viaje, terminen en el Blue Marlin, porque hoy en día es, junto a Sundowners, el pub de moda. La diferencia con éste, es que abre hasta más tarde y, además, ofrece comidas desde antes de medio día... así que el Lempira que come, decidió visitarlo.
Un pez espada risueño y algo "bolo", da la bienvenida al cliente de Blue Marlin. Un Gastro-Pub-Chill situado en primera línea de mar y construido enteramente de madera pintada en blanco y azul añil. Gran barra lateral y buenas salas situadas al fondo con hermosas vistas al mar caribe hacen del local un acogedor lugar para ser visitado a cualquier hora del día y de la noche. Las salas que en la mañana funcionan como espacios para comer en la noche se convierten en concurridas pistas de baile, porque en el pequeño escenario se sitúa los viernes y sábados un DJ que pincha variadito: desde rock hasta house.
En horario de mañana el ambiente es muy relajado. La barra suele estar algo concurrida en las tardes pero es fácil encontrar espacio para comer en las mesas. En la noche, el local se llena totalmente, pero siempre hay un espacio tranquilo a disposición: al fondo a la derecha, unas pequeñas mesas y sofas que se sitúan sobre el mar. Como en la mañana se come y en la noche se chupa, el Lempira decidió ir en la mañana a comer y en la noche a chupar.
Para las comidas, Blue Marlin ofrece justo lo que la mayor parte de comensales quiere comer cuando visita Roatán: langosta, camarón y pescado. Capturas del día, frescas y nada más. De hecho, es frecuente que ni siguiera logren cumplir con la breve carta, no obstante... se agradece: el Lempira prefiere comer fresco el pescado. Más aún, estando en una isla. Por tanto, bien por Blue Marlin. Sólo ofrece el pescado y el marisco que llegó ese día del mar a precios comprendidos entre los 290 L. y los 350 L. Desde Wahoo hasta Atún, pasando por el depredador del caribe Pez León y la Tilapia de mar. También se ofrece Langosta a 450 L. y Camarones a 350 L.
Como entradas, la carta del Blue Marlin ofrece calamares a 200 L., ceviche a 180 y deditos de Lion Fish a 190 L., además de nachos a 100 L. y hamburguesa con queso a 210.
Como el Lempira que come nunca había probado el Lion Fish, pero sabía que su introducción al Caribe hacía algunos años estaba causando un importante desequilibrio debido su voraz apetito por los camarones y los cangrejos, pensó que comerlo era prácticamente una obligación... porque sucede que este pez, oriundo del Océano Índico tropical, es un depredador total y venenoso. Incluso puede causar heridas significativas a humanos, parálisis respiratoria, fiebre e insuficiencia circulatoria. Come sin parar y nadie se lo come en el Caribe, excepto los humanos, claro. Por tanto: coman Pez León, porque, además, está rico:
De carne blanca y textura firme, es bastante sabroso. A medio camino entre una Lubina (Sea Bass) y un Rape (Angler Fish), pero con menos sabor. En el plato se ven sus hermosas aletas con lunares negros. Sus lomos se extraen con facilidad y no tiene mucha espina. Estaba el pescado bastante bien hecho, al punto la carne, buena fritura. Muy Agradable, la verdad. (Por cierto que el Lempira tuvo la oportunidad de verlo en plena acción, mientras hacía snorkeling, al fondo del mar tratando de arrinconar a una langosta. Hermoso pez, colorido y de nadar lento y armonioso).
El filete de Pargo rojo (Red Snapper), sin embargo, era comestible pero poco disfrutable. Un tanto aceitoso y correoso. Una pena porque el pargo es muy rico. ¡Se espera mucho más estando en una isla y al precio bastante elevado que se pide!.
Los dos pescados se acompañaban con ensalada verde , arroz y papas fritas congeladas. Definitivamente, se quiere algo mejor.
La noche cambia a Blue Marlin y la comida desaparece: cervezas nacionales a 50 L. y cócteles elaborados con mixers prefabricados pasan a ser protagonistas. Margaritas a 100 L., Daiquiris a 120 L, Monkey Lala a 150 L. y tragos como Ginebra Befeeter a 100 L. El ambiente se torna fiestero, juvenil y desenfadado. Vale la pena visitarlo antes de pasar a las grandes discos que quedan abiertas hasta más allá de las 00:30.
En definitiva, un buen lugar para hacer un alto... Disfruten.
Un pez espada risueño y algo "bolo", da la bienvenida al cliente de Blue Marlin. Un Gastro-Pub-Chill situado en primera línea de mar y construido enteramente de madera pintada en blanco y azul añil. Gran barra lateral y buenas salas situadas al fondo con hermosas vistas al mar caribe hacen del local un acogedor lugar para ser visitado a cualquier hora del día y de la noche. Las salas que en la mañana funcionan como espacios para comer en la noche se convierten en concurridas pistas de baile, porque en el pequeño escenario se sitúa los viernes y sábados un DJ que pincha variadito: desde rock hasta house.
En horario de mañana el ambiente es muy relajado. La barra suele estar algo concurrida en las tardes pero es fácil encontrar espacio para comer en las mesas. En la noche, el local se llena totalmente, pero siempre hay un espacio tranquilo a disposición: al fondo a la derecha, unas pequeñas mesas y sofas que se sitúan sobre el mar. Como en la mañana se come y en la noche se chupa, el Lempira decidió ir en la mañana a comer y en la noche a chupar.
Para las comidas, Blue Marlin ofrece justo lo que la mayor parte de comensales quiere comer cuando visita Roatán: langosta, camarón y pescado. Capturas del día, frescas y nada más. De hecho, es frecuente que ni siguiera logren cumplir con la breve carta, no obstante... se agradece: el Lempira prefiere comer fresco el pescado. Más aún, estando en una isla. Por tanto, bien por Blue Marlin. Sólo ofrece el pescado y el marisco que llegó ese día del mar a precios comprendidos entre los 290 L. y los 350 L. Desde Wahoo hasta Atún, pasando por el depredador del caribe Pez León y la Tilapia de mar. También se ofrece Langosta a 450 L. y Camarones a 350 L.
Como entradas, la carta del Blue Marlin ofrece calamares a 200 L., ceviche a 180 y deditos de Lion Fish a 190 L., además de nachos a 100 L. y hamburguesa con queso a 210.
Como el Lempira que come nunca había probado el Lion Fish, pero sabía que su introducción al Caribe hacía algunos años estaba causando un importante desequilibrio debido su voraz apetito por los camarones y los cangrejos, pensó que comerlo era prácticamente una obligación... porque sucede que este pez, oriundo del Océano Índico tropical, es un depredador total y venenoso. Incluso puede causar heridas significativas a humanos, parálisis respiratoria, fiebre e insuficiencia circulatoria. Come sin parar y nadie se lo come en el Caribe, excepto los humanos, claro. Por tanto: coman Pez León, porque, además, está rico:
De carne blanca y textura firme, es bastante sabroso. A medio camino entre una Lubina (Sea Bass) y un Rape (Angler Fish), pero con menos sabor. En el plato se ven sus hermosas aletas con lunares negros. Sus lomos se extraen con facilidad y no tiene mucha espina. Estaba el pescado bastante bien hecho, al punto la carne, buena fritura. Muy Agradable, la verdad. (Por cierto que el Lempira tuvo la oportunidad de verlo en plena acción, mientras hacía snorkeling, al fondo del mar tratando de arrinconar a una langosta. Hermoso pez, colorido y de nadar lento y armonioso).
Los dos pescados se acompañaban con ensalada verde , arroz y papas fritas congeladas. Definitivamente, se quiere algo mejor.
La noche cambia a Blue Marlin y la comida desaparece: cervezas nacionales a 50 L. y cócteles elaborados con mixers prefabricados pasan a ser protagonistas. Margaritas a 100 L., Daiquiris a 120 L, Monkey Lala a 150 L. y tragos como Ginebra Befeeter a 100 L. El ambiente se torna fiestero, juvenil y desenfadado. Vale la pena visitarlo antes de pasar a las grandes discos que quedan abiertas hasta más allá de las 00:30.
En definitiva, un buen lugar para hacer un alto... Disfruten.
| Categoría "Wine-Bar/Cafetería/Pub" | Puntuación |
| Entorno - Ambiente | 8,5 |
| Servicio | 7,5 |
| Bebidas - Comida | 6,9 |
| Puntuación Media | 7,5 |
| Relación Calidad Precio | 6 |
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