lunes, 27 de octubre de 2014

Marjaba, Tegucigalpa: lejos del lejano Medio-Oriente

Visitamos Marjaba, el cafe-gastronómico preferido de los usuarios de Tripadvisor... un espacio con decoración de inspiración árabe y comida característica del Medio-Oriente. Un espacio que pretende recrear el misticismo del oriente en la capital...


Situado en la Lomas del Guijarro, en la Avenida República Dominicana, Marjaba se ha convertido, en el poco tiempo que ha transcurrido desde su apertura, en uno de los favoritos de la gastronomía árabe en la capital. Una gasto-cafetería que viene a complementar al mítico e imprescindible Gyro's (del que hablaremos en otro post, más adelante).

Un reducido parqueo con capacidad para 4 o 5 carros da la bienvenida a un pequeño local. Los esfuerzos, evidentes, por tratar de transportar al comensal al Medio-oriente se dejan notar desde el primer momento en que el comensal cruza la puerta de ingreso. La iluminación indirecta que se escapa por los vanos y atraviesa los cristales de colores de un par de hermosas lámparas produce una sensación de candor agradable. La pintura de colores terrosos en las paredes, los bonitos cojines de colores, lentejuelas y espejitos, así como los arcos mozárabes con que se decoran puertas y ventanas interiores sirven para amplificar la sensación de viaje al mundo de las mil y una noches... Sin embargo los esfuerzos chocan contra las inapropiadas mesas y sillas metálicas, los manteles de papel y una solería a todas luces anodina. El viaje al Medio-oriente se ve frustrado por la falta de consistencia del interiorismo. Si bien, es destacable el esfuerzo, de igual modo que destacables son algunos de los objetos decorativos.

Además de la sala principal, que cuenta con 3 o 4 mesas, hay una sala interior, algo más íntima y recogida. Quizás en ella la sensación de ambigüedad se difumina...

En relación al servicio cabe decir que éste es correcto, mas no especialmente cálido. Quizás fuera porque el día de la visita el Lempira llegó al borde del cierre, o porque no estuvieran ya los principales encargados (o porque, sencillamente, el servicio no sea un fuerte en Marjaba). En cualquier caso, el trato fue cordial y más o menos atento, aunque, hay que decirlo, la invitación al pago de la cuenta no gustó mucho al Lempira, pues estaba disfrutando mucho de su pipa de agua con sabor a manzana. Una "Narguile" que tuvo que dejar a medias por eso de no incordiar más al personal... Siempre es difícil mantener un equilibrio en la gastronomía: atender las necesidades de los comensales, y los derechos de los empleados. Complicado.

El menú de cafetería de Marjaba se compone de varias interesantes bebidas calientes, entre las que destaca el café árabe con cardamomo que se sirve en tres tamaños y cuesta entre 28 L. el pequeño y 54 L. el grande. También hay espresso (21 L.), espresso jabibi con leche condensada (30 L.), latte árabe con agua de rosas, miel y cardamomo (56 L.), chocolate (42 L.), té árabe con agua o lehe (34 L. o 44 L.), y algunas bebidas frías como la infusión de chai combinada con café árabe y leche (71 L.). Como postres de origen árabe se encuentran el clásico Bicklawa (hojaldre relleno de nueces con almíbar a 27 L. la unidad), la Barbusa (torta de semolina y agua de azaar 17 L.), el Knafe (cabello de ángel, crema de leche, queso y agua de naranja a 55 L.), o el flan de almendra (55 L.).


En la carta correspondiente a la comida salada se ofrecen las entradas características árabes: Warak Dawali (hoja de parra rellena de carne picada y arroz) a 12 L., Falafel en orden de 4 unidades a 50 L., Hummus a 50 L. o 90 L. según tamaño, Baba Ganoush (a base de berenjena asada) al mismo precio que el Hummus, además de Kibbeh y Sambousek a 19 L. Entre los platos fuertes, destaca el Kofta (pincho de albóndigas de res especiadas a la brasa) que se sirve acompañado de arroz árabe o marmahón, tabouleh, hummus o Baba Ganoush y pan de pita a 165 L., el Shish Kebab que se ofrece de pollo o res (pinchos marinados con especias árabes), y se acompaña de las mismas opciones descritas, a 165 L., o el marmahón con pollo a 100 L.

El Lempira que come, con muchas ganas de probarlo todo, decidió tirar la casa por la ventana y pedir prácticamente la carta al completo.

El Kibbeh estaba algo seco. Se notaba que llevaba tiempo ya terminado, esperando al comensal. La carne estaba algo dura también.


El Warak Dawali que tanto gusta al Lempira no estuvo a la altura. También seco. Afortunadamente, compensó el desatino el Malfouf (rollizo de repollo con arroz y carne), que estaba muy rico, con el punto del arroz bien logrado. El Sambousek estaba elaborado con una más que correcta masa. La carne cortada a cuchillo de su interior estaba sabrosa y en su punto de cocción. Eso sí, le faltaba sal.

El Falafel se mostró muy sabroso. Su fritura estaba perfectamente conseguida. Un buen falafel.

El Baba Ganoush fue, de largo, lo mejor de la noche. El Lempira que come sigue sin saber cómo se logra crear esa potencia ahumada en la berenjena con la que se elabora esta deliciosa elaboración. Y eso que ha intentado incluso quemar en las brasas del carbón la berenjena. El Baba Ganoush de Marjaba es extraordinario. Realmente bueno. Cremoso, ahumado, con una ligerísima acidez que invita a repetir. Excelente.

El Hummus, sin embargo, no llegaba al nivel de su hermano. Incluso se podría decir que estaba algo salado. Eso sí, la textura estaba también bien conseguida.


Entre los platos fuertes, el Sish Kebab de pollo se presentó pasado de cocción, sin gracia su marinado, soso... completamente prescindible. El Shish Kebab de carne tampoco cumplió. También resultó estar pasado de cocción y seco. Incluso dura la carne. Las cebollas de ambos pinchos estaban muy ricas, ligeramente caramelizadas. El Tabouleh que acompañaba era un golpe de aire fresco. Rico, refrescante, agradable. En cuanto al marmahón, decir que no parecía casero es decir poco. Afirmaban en Marjaba que lo era, pero... las dudas razonables sonaban demasiado fuerte como para ignorarlas.

En el capítulo de postres, el Lempira quiso probar el Jarise (torta de semolina con coco y baño de almendras) y el Knafe que le resultaron excesivamente dulces y reiterativos. El Baclava tampoco cumplió. La falta de textura crujiente y su escasez de sabor decepcionaron.


La Narguile final, de manzana, transportó al Lempira a sus paseos por el Bósforo, las llamadas al rezo, la puesta del sol en Istambul, la impresionante Aya Sofya... de repente, estaba sentado en aquél café turco del hermoso barrio de Sultanahmed, al calor de una pequeña chimenea, en aquél invierno de 2006... hasta que le pidieron amablemente pagar la cuenta. Cosas de la vida.


Además de tomar algo, o comer en Marjaba se puede disfrutar del baile de la danza del vientre que periódicamente se organiza en la sala principal (toca seguir su facebook para conocer las fechas). También se programan cursos de árabe. Una iniciativa francamente interesante para conocer algo más del gran conjunto de culturas de los países de habla árabe. Genial.

En resumen: Marjaba es una interesante cafetería a visitar, pero sus claroscuros en la comida obligan al comensal a elegir bien. Es probable que los platillos especiales que elaboran periódicamente sean realmente ricos (tocará comprobarlo), pero es necesario mejorar el nivel de algunas elaboraciones de la carta. Es probable que el Lempira vuelva, pero... 



Categoría "Wine-Bar/Cafetería/Pub" Marjaba, Tegucigalpa.
Puntuación
Entorno - Ambiente
7.5
Servicio
6.9
Bebidas - Comida
7
Puntuación Media
7.1
Relación Calidad Precio
7.2



1 comentario:

  1. hola, en este caso voy a diferir de opinion, considero que hace falta tener conocimiento de la cocina de medio oriente para poder hacer un juicio.
    mi familia es arabe al igual que la del dueño de marjaba y precisamente lo que nos encanta es ese sazon que casi se ha perdido de aquellas abuelitas nacidas en aquellas tierras arabescas y esta misma opinion es la de otras amistades arabes por lo que le sugiero reconsiderar esta opinion que esta muy lejana de lo correcto
    un postre arabe que no sea casi empañagoso... no es arabe!
    el marmahon de marjaba a mi y a muchas otras nos encanta y por ese sazon especial

    gracias!!!

    Karla Zamour

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