martes, 7 de octubre de 2014

Venezia, pizza y pasta fresca a la entrada de Siguatepeque

En 1980 un migrante italiano de Venecia decidió, junto a su esposa hondureña, fundar una pizzería de calidad en Siguatepeque. El nombre de la misma estaba decidido por nacimiento: Venezia.


Según cuentan los lugareños el restaurante situado en la carretera CA-5 de Tegucigalpa a San Pedro, justo al principio de Siguatepeque, Km 114, enseguida comenzó a funcionar bien, hasta que un incendio obligó a realizar una inesperada mudanza. En la actualidad, hace ya un año que el restaurante-pizzería ha vuelto a su local inicial, completamente reformado: una bonita casa de dos plantas, que cuenta con un pequeño jardín en la entrada y una araucaria inmensa que sobrevivió al fuego. El interior se divide en tres salas, cada una de ellas con paredes pintadas de colores vivos, solería nueva, buenos acabados, y mesas de madera vestidas con mantelería blanca y pasamenteles de cuadros de colores.

En la sala de ingreso hay un enorme cuadro reproducción de Botero. En la sala más grande, una pequeña tienda de ropa y complementaos al fondo y unos grandes ventanales que inundan de luz el espacio. En medio de las dos salas grandes, una tercera sala que hace de distribuidor y alberga, a su vez, la barra de servicio, la entrada a los baños y la cocina. En definitiva: una buena distribución de espacios, una buena decoración y la sensación de ser bienvenido desde el principio gracias al pequeño jardín y la amable recepción de los meseros, que hace del restaurante mucho (muchísimo) más que un lugar de carretera...


El servicio de Venezia es cercano y muy agradable, quizás porque la mayor parte del personal de sala son hijos y sobrinos de la pareja dueña... o quizás porque, simplemente, son buenos meseros. El caso es que el Lempira se sintió como en casa desde el segundo uno. Una recepción amable, el acompañamiento a la mesa, la entrega de la carta y la respuesta más que cordial, amena y detallada, a la batería de preguntas del Lempira que come hicieron del servicio algo a destacar. Excelente.

La carta del restaurante se basa en productos frescos: pasta casera que elaboran a diario y pizzas. Éstas se ofrecen en 4 tamaños y, dependiendo de los ingredientes, a precios comprendidos entre los 145 L. el tamaño pequeño de 4 porciones, y los 250 L. el tamaño grande de 10 porciones. Entre la oferta destacan la Siciliana, con peperoni, aceitunas, ajo, cebolla y aceite de oliva, la Mediterránea, con aceite de oliva, calamares, romero, anchoas y albahaca, o la Fantasía de Luigi con pepperoni, jamón, salame, chile, cebolla, tomate y orilla de queso.

Entre las pastas hay que mencionar los raviol, rellenos de pollo, espinaca o res que cuestan 145 L., los spaghetti, los fettucini y los linguini que se sirven con salsa de hongos a 140 L., con camarones a 145 L., o con salsa amatriciana (bacon, albahaca, ajo y salsa de tomate) a 135 L., entre otras opciones de salsas.


Además de pizzas y pastas, hay platos de carne como Filet Mignon a 200 L., Milanesa (carne empalizada) a 130 L., o filete encebollado a 130 L., chuletas de cerdo, y pollo al romero a 140 L., a la cassatora con salsa de tomate a 165 L., o a la diabla con especias y picantón a 140 L.

Como nota negativa decir que el día de la visita no había raviolis, por lo que, para probar la pasta fresca y poder hacer una valoración de la misma, el Lempira tuvo que decantarse por la lasagna, pese a que ésta, ciertamente, no es la mejor para dar cuenta de la calidad de la pasta.

En el capítulo bebidas destacan muy especialmente los ricos y excelentes jugos naturales que preparan en Venezia. Definitivamente delicioso estaba el jugo de fresas. Fresco, con mucho sabor y aroma a fresa. Una opción muy recomendable. Tanto, que el Lempira dobleteó.

Pese a que hay algunos cuadros de vinos y algunas figuras que refieren a tan mágica bebida, únicamente se ofrece un tipo de vino: Tribu, en su versión blanca y tinta (un vino del que hablamos ya aquí). Las copas no son buenas, pero al menos, el vino es servido a buena temperatura (incluso algo frío de más el vino tinto). En cualquier caso, el Lempira prefiere que se sirva el vino tinto más frío que caliente, pues, recuerden: el vino tinto no se toma a la temperatura ambiente de Siguatepeque. Se toma a la temperatura ambiente otoñal de la Borgoña francesa, es decir, entre 14ºC y 18ºC. Sin duda, es mejor servirlo algo más frío y que en copa, poco a poco, suba la temperatura, que servirlo a 25ºC (como suele ser habitual en Honduras), pues a dicha temperatura el vino se convierte en una sopa de alcohol abominable.

Finalmente, tras una larga espera (larga de más, debe decir el Lempira, aunque se le hizo llevadera porque los y las meseras estuvieron muy atentos) llegaron a la mesa la pizza encargada y la lassagna bolognesa. Antes, para entretener, la mesera trajo un pan de ajo con mantequilla amarilla y perejil fresco espolvoreado por encima. Correcto... cumplió con su cometido.

La pizza se ofrecía en formato clásico, o en formato con el borde relleno de queso. Se entiende que el migrante italiano dueño de Venezia, ante el influjo de la pizza norteamericana en Honduras, haya adaptado su receta tradicional... pues, como saben los y las lectoras del Lempira que come, eso de pizza con el borde relleno de queso, o eso de masa pan, o eso de espolvoreados múltiples a modo topping para la pizza NO son italianos, sino gringos. Igual, si están ricos... bienvenidos sean.


Y así fue el caso. La masa, aunque algo blanda de más porque le faltaba algún minuto en el horno, se notaba fresca y consistente. Definitivamente con un sabor más cercano al estilo estadounidense que al estilo italiano, pero una rica masa. El borde de queso no destacaba especialmente. Sin embargo, los ingredientes vegetales eran frescos y crujientes. Ricos. El jamón correcto, aunque ciertamente podría ser mejor. El conjunto: bastante sabroso. Una buena opción, sin duda, para comer una pizza agradable y recién hecha. 

En cuanto a la Lasaña, hay que decir que la masa estaba algo pasada de punto, si bien, era fresca. Al Lempira le gusta que la masa de la lasaña tenga cierta textura, porque, de lo contrario, se convierte en una especie de pasta blanda que no aporta nada bueno al relleno. No era el caso, pues algo de textura todavía tenía, pero desde luego, estaba lejos del punto perfecto. La boloñesa con la que estaba realizada la lasaña no terminaba de seducir. Correcta, pero sin mucha gracia... hubiera sido mejor darle sabor con esa hermosa hoja de albahaca fresca que fue colocada como objeto decorativo, y no como ingrediente de la salsa. De todas maneras, para valorar en plenitud las pastas frescas del local, tocará realizar una nueva visita.



En resumen: una muy recomendable parada en el camino por el excelente servicio que se presta, por la más que correcta calidad de la comida, por el buen ambiente que se genera, por la comodidad del local, e incluso por el buen precio. El Lempira repetirá, sin duda. Más aún, si como le dijeron, se termina por instalar la heladería y cafetería en el jardín.



Categoría "Restaurantes" Venezia, Siguatepeque
Puntuación
Entorno
7.8
Servicio
8.5
Servicio Vino
4
Comida
7.4


Puntuación Media
7.2
Relación Calidad Precio
7.8


4 comentarios:

  1. Te voy a compartir un secreto del Venecia Bistecca Picata (realmente es bistecca florentina) Es el mejor que vas a pobrar en Centroamerica a excepcion de Belice (Hay un lugar italiano en Placencia que es un escandalo de bueno). La pizza origional de ellos es la que no tiene queso en la orilla . Y si andas aventurero adentro del pueblo hay una pizzaeria CHina que es muy buena. Yo me esperaba un restaurante chino pero no!!! es pizza china!!! Cosa pero muy buena.

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    1. Hola!!

      Siempre son bienvenidas las recomendaciones... nos anotamos la pizzería china, a ver qué tal! y en cuanto a Placencia, definitivamente hay varios y muy buenos restaurantes: cuando estuvimos por allí pudimos probar estos: http://www.lempiraquecome.com/2014/08/placencia-belize-muy-recomendable.html

      Un abrazo!!! y viva la (buena) pizza!

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  2. Por todo el sitio web, el Lempira abusa de la palabra "decantarse"

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    1. Hola Andrés;

      Y... eso que la decantación en el vino no termina de gustarle al Lempira que come! ;)

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