El puesto de Cindy lleva años dando desayunos y picoteos a locales y extranjeros. Situado en la calle principal de West End, frente al mar, cerca del redondel, este puesto de comidas de madera pintada color azul tiene alma autóctona. No sólo porque sus dueños son isleños, si no también porque la edificación mantiene los cánones característicos de las casetas típicas de la zona, el servicio es tranquilo y relajado, y la sazón de las masas está bien conseguida.
La breve carta de Cindy's con el tiempo se fue complejizando e internacionalizando para atender las demandas de los turistas extranjeros. En la actualidad ofrece desde desayunos con plato típico a 100 L., hasta waffles a 70 L., sándwich de Bagel a 70 L., o un combinado de huevo, bacon, papas, tostada y queso a 150 L. También se ofrecen pastelitos rellenos de carne, pollo, jamón, huevo y queso a 25 L., Sándwiches que se sirven acompañados de papas fritas, baleadas con diferentes rellenos (entre 20 L. y 35 L.) y varias opciones de menú para la comida: destaca el especial del día, que suele ser pescado fresco a la plancha o con alguna salsa a 100 L. (el día que el Lempira visitó Cindy's Place era Atún). También se ofrece langosta al ajillo (250 L.), Cheese Burger (120 L.) y Red Snapper entero (200 L.)
Como el Lempira fue a desayunar, no pidió el pescado... pero recuerda que la vez anterior comió una buena porción de barracuda fresca que estaba realmente rica. Sabrosa, potente, de textura perfecta, con arroz (algo pasado de cocción) y verduritas correctas. También recuerda que en aquella ocasión había un enorme recipiente de vidrio con chiles cabros picantes amarillos en vinagre. Estaban, en una palabra: Demenciales. Esta vez no habían chiles cabros... pero tampoco los echó en falta, pues se limitó a probar el pastelito de quesillo, huevo y jamón; una baleada con aguacate y unas tortitas con miel. También tomó café y fruta.
Las masas, tanto de la baleada como del pastelito, estaban bien logradas, aunque ninguna de las dos era, ni mucho menos, memorable. Los rellenos carecían de gracia. Correctos, sin más. Por su parte, la tortita era grande y esponjosa, pero tampoco emocionaba. La miel, como pueden ver en la foto, era realmente sirope de bote sintético. El café era más que regular, malo. Una pena, pero...
El Lempira repetirá. Los percados frescos que elaboran al medio día suelen estar muy bien y los precios son cómodos. Es un sitio agradable.
En Resumen: Cindy's Place no es la panacea pero el Lempira que come recuerda que 7 meses antes quedó absolutamente encantado con la porción, grande y super fresca, de barracuda que se comió. Además, siente especial atracción por los lugares auténticos, donde el ambiente y el entorno juegan un papel protagonista. Quizás por eso recomendaría este puesto de comida... no sin advertir claramente a l@s lempiras que, según el día, la comida estará muy disfrutable o simplemente aceptable.
La breve carta de Cindy's con el tiempo se fue complejizando e internacionalizando para atender las demandas de los turistas extranjeros. En la actualidad ofrece desde desayunos con plato típico a 100 L., hasta waffles a 70 L., sándwich de Bagel a 70 L., o un combinado de huevo, bacon, papas, tostada y queso a 150 L. También se ofrecen pastelitos rellenos de carne, pollo, jamón, huevo y queso a 25 L., Sándwiches que se sirven acompañados de papas fritas, baleadas con diferentes rellenos (entre 20 L. y 35 L.) y varias opciones de menú para la comida: destaca el especial del día, que suele ser pescado fresco a la plancha o con alguna salsa a 100 L. (el día que el Lempira visitó Cindy's Place era Atún). También se ofrece langosta al ajillo (250 L.), Cheese Burger (120 L.) y Red Snapper entero (200 L.)
Como el Lempira fue a desayunar, no pidió el pescado... pero recuerda que la vez anterior comió una buena porción de barracuda fresca que estaba realmente rica. Sabrosa, potente, de textura perfecta, con arroz (algo pasado de cocción) y verduritas correctas. También recuerda que en aquella ocasión había un enorme recipiente de vidrio con chiles cabros picantes amarillos en vinagre. Estaban, en una palabra: Demenciales. Esta vez no habían chiles cabros... pero tampoco los echó en falta, pues se limitó a probar el pastelito de quesillo, huevo y jamón; una baleada con aguacate y unas tortitas con miel. También tomó café y fruta.
Las masas, tanto de la baleada como del pastelito, estaban bien logradas, aunque ninguna de las dos era, ni mucho menos, memorable. Los rellenos carecían de gracia. Correctos, sin más. Por su parte, la tortita era grande y esponjosa, pero tampoco emocionaba. La miel, como pueden ver en la foto, era realmente sirope de bote sintético. El café era más que regular, malo. Una pena, pero...
El Lempira repetirá. Los percados frescos que elaboran al medio día suelen estar muy bien y los precios son cómodos. Es un sitio agradable.
En Resumen: Cindy's Place no es la panacea pero el Lempira que come recuerda que 7 meses antes quedó absolutamente encantado con la porción, grande y super fresca, de barracuda que se comió. Además, siente especial atracción por los lugares auténticos, donde el ambiente y el entorno juegan un papel protagonista. Quizás por eso recomendaría este puesto de comida... no sin advertir claramente a l@s lempiras que, según el día, la comida estará muy disfrutable o simplemente aceptable.
Categoría "Puestos de Comida" Cindy's Place, West End. Roatán | Puntuación |
Servicio | 6,7 |
Comida | 7 |
Puntuación Media | 6,9 |
Relación Calidad Precio | 7,5 |
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