domingo, 31 de agosto de 2014

Festival del Maíz, Danlí 2014

El Lempira que Come disfruta este fin de semana del mítico Festival del Maíz en la Ciudad de Danlí. A menos de dos horas de Tegucigalpa, el Gastroplán atrajo magnéticamente al Lempira que ha disfrutado muchísimo del maravilloso ambiente festivo que  se respira en la ciudad.


Al llegar, se encontró con el Parque Central de Danlí, epicentro de la actividad del Festival, impregnado con el aroma de la madera utilizada para cocinar las distintas elaboraciones de maíz que se ofrecen en Festival: montucas, tamalitos, elotes locos, tortillas de elote, fritas y por supuesto atol.


Pero para comenzar, el Lempira probó el pozol de Yoyita, una empresa con unos 10 años de antigüedad que elabora un rico pozol envasado en presentaciones de 250 y 330 ml. Muy Rico! Lástima que sólo se distribuye en el Departamento del Paraíso.


El Lempira también cató distintos atoles: unos más densos o cremosos, otros menos.... el Lempira cree que el Comité que organiza el Festima debería montar un concurso nacional de atoles para premiar las artes de los mejores. Y es que elaborar un atol muy bueno no es tarea sencilla; se requiere paciencia y buena mano.... una de las claves es el punto del elote y otra el constante movimiento la mezcla al punto justo de temperatura para evitar que se corte. No encontró el Lempira un atol que lo sedujera especialmente. Aunque debe decir que eran en su mayoría correctos....


Tampoco encontró el Lempira la calidad de fritas que esperaba. Pero sí unas maravillosas tortillas de elote: gruesas, elásticas, sabrosas. Bien!


La montuca no estaba mal... y el elote loco tenía buena pinta. Para desayunar en el último día del Festival, el Lempira se ha reservado los tamalitos que sale a buscar YA MISMO!



El ambiente en Danlí gustó mucho.... la expectación generada por la cabalgata flotaba en el ambiente. De repente aparecieron decenas, sino cientos, de imponentes caballos y yeguas de diferentes  razas, colores y tamaños. Al Lempira le parecieron todos muy bonitos y aunque es incapaz de distinguir un burro grande de un caballo (porque ninguno de los dos se suele comer), si notó que había algunos especialmente espectaculares que arrancaron los aplausos del pueblo a su lírico paso, como si de un vals se tratara.


En el parque también habían distintos elaboradores de rosquillas, tustacas, mazapanes y quesadillas que no probó todavía. Sí pudo catar varios "vinos" elaborados de maíz y algunas frutas. Se decantó por la chicha elaborada en Danlí mediante el proceso de fermentación del maíz durante una semana, filtrado y envasado: sabor penetrante, algo alcohólica de mas pero simpática al paladar.


Desgraciadamente Chaak, el dios maya de la lluvia, estaba especialmente jodión y desde las tres de la tarde y hasta pasada la media noche, no dejó de trabajar con una feroz intensidad. Por esto, fue imposible disfrutar en plenitud de las festividades nocturnas programadas: el carnaval o la muestra de ganado.... aunque claro está, algunos incondicionales no repararon en exceso en la lluvia.


Sin duda el Lempira volverá al Festival del Maíz aunque cree que existe un margen de mejora para la promoción gastronómica y cultural: cursos y muestras de cocina, actividades que promuevan la interiorización  de la vitalidad del maíz como parte de nuestra cultura ancestral, concursos que incentiven la recuperación de tradiciones o la incursión en técnicas de alta cocina. El Lempira prepara su aporte: croquetas líquidas de atol, que luego de algunos intentos salen cada vez mejores.


Salud Lempiras!!!

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