"Un viaje de diez metros" narra la historia de un Chef indio (Hassan Kadam), nacido en el seno de una familia restauradora que tras sufrir la pérdida de su restaurante en Bombay, emprende un viaje sin rumbo fijo por la Europa continental que termina, repentinamente, en un idílico pueblito francés. Una pequeña ville con un restaurante de Alta Cocina francesa premiado con una estrella Michelín.
El patriarca de la familia Kadam decide instalar su restaurante indio justo frente al reconocido restaurante francés. El encuentro y desencuentro entre restauradores y Chefs, con historia de amor incluida, no se hace esperar. El film, que ciertamente se desarrolla con altibajos e incluso algunos momentos planos (aunque otros bastante simpáticos), tiene los ingredientes necesarios para pasar un más que buen momento: un reparto con Helen Mirren (propietaria del restaurante francés), un guión con cierta gracia, y lo más importante para los locos de la comida... grandes detalles gastronómicos.
Porque la comida India es fascinante por los aromas que desprende y la potencia de sus intensísimos sabores: las especias y algunas hierbas juegan un papel determinante en esta gastronomía. Fundamentalmente el cardamomo verde y negro, la cúrcuma, el cilantro fresco y sus semillas molidas, el fenogreco, la canela, el comino, el anís estrellado, los chiles (más de 100 variedades autóctonas de distintas regiones), el kalanji, las semillas de amapola, pimientas varias, laurel, hojas de curry, clavo de olor, jengibre, garam masala (combinación de varias especias), aamchur (polvo de mango), semillas de mostaza, nuez moscada, macis, tamarindo, etc. Un auténtico arsenal de aromas y sabores que combinados en el momento justo, hacen del plato una auténtica obra maestra.
Un día de estos, si los y las lectoras gustan, publicaremos alguna de las recetas de curry preferidas del Lempira... porque currys hay miles diferentes y ES PEC TA CU LA RES. Definitivamente es una lástima que en Honduras (hasta la fecha) no haya más que un sólo restaurante indio: el "Ooloonthoo", situado en West End (Roatán) y del que subiremos crónica en breve por ser un estupendo representante de la comida India (probablemente de los mejores indios de la región, aunque, eso sí, bastante caro).
Regresando a la película, vale una alegría disfrutar del momento mágico en que el Chef Hassan cocina algunos de sus platillos estrella como los erizos de mar, el pescado de río, o utilizando el horno Tandoori (un horno indio, ver foto abajo) el tikka masala, unas brochetas de pollo maceradas en salsa de yougurt especiada. El Lempira salivaba en el cine... ¡qué delicia!
También es hermoso el momento en que se explica que la cocina es recuerdo, es sentimiento, es pasión... y el momento en que se venera al producto puro, su sabor natural, su textura, su magia... la magia de las setas que se extraen de la madre tierra en el bosque francés, como en Intibucá se encuentran nuestros magníficos choros.
La comida francesa también tiene su protagonismo en la película en forma de las mencionadas setas, y también en forma de pichón trufado (foto superior): Nouvelle Cuisine francesa en estado puro. Cocina de mercado, de ingrediente, de tierra, de raíz. Maravilloso... como maravilloso es también el universo de la Alta Cocina creativa, hija de Ferrán Adriá (por mucho a los franceses no les guste reconocer), que recorre la película en su última parte... creatividad, provocación y nuevos contrastes gracias a las técnicas de vanguardia creadas por el mejor restaurante de la historia: El Bulli (ver nuestra crónica aquí).
Tráiler de "Un viaje de diez metros":
En resumen: una foodie-movie absolutamente recomendable. Rica, rica... que te impulsará a viajar a Roatán para comer en Ooloontho, o escribir al Lempira para pedirle alguna de sus recetas preferidas de comida india e intentarlo en casa. Por el momento, disfrute de la película, pero apúrese porque no durará mucho en las salas...
La imagen del mercado de especias es una foto de Sudhamshu Hebbar bajo licencia creative commons.
La imagen del pecho de paloma asada es una foto de vincen-t bajo licencia creative commons.
la imagen del horno candor es una foto de Thomas Guignard bajo licencia creative commons.
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