El Lempira que come asistió a una cena organizado el restaurante Arno (ver aquí nuestra crónica sobre su cafetería) y completada por los vinos ofrecidos por la Embajada de Argentina en Honduras en el que se sirvió uno de los platos más auténticos e interesantes de la gastronomía argentina... Cordero a la Estaca.
El cordero a la estaca es un plato característico del campo argentino, que consiste, en esencia, en asar a muy baja temperatura en las brasas de la leña un cordero colocado en una estaca, tal y como se puede apreciar en la foto:
El resultado conseguido en Arno fue digno de mención, pues la carne del cordero quedó a bastante buen punto, cosa que no es tarea sencilla, y con un penetrante aroma ahumado realmente exquisito. La piel crujiente, el interior tierno y bastante jugoso merecieron los 600 lempiras que costó la cena para cada comensal. Hacía tanto que el Lempira no degustaba un cordero a la estaca... ¡quizás incluso más de 10 años!
La cena argentina se completó con empanadas de queso y de carne que, francamente, no estuvieron a la altura del cordero, y con un postre compuesto por una ensalada de frutas sin demasiada gracia, un bocadito de tres leches y una especie de alfajor de merengue. Soñaba el Lempira con un buen panqueque de dulce de leche elaborado por la buena mano de Arno.... otro día será....
En el capítulo de vinos se promocionaba, como no, el Malbec. La cepa por excelencia de Argentina, que en realidad es francesa, pero que ha encontrado en este hermoso país austral su lugar más cómodo para crecer y aportar todo lo que lleva dentro: potencia y equilibrio a partes iguales, complejidad, fragilidad y fuerza. Es una cepa muy interesante para acompañar carnes y platillos potentes, por la versatilidad que consiguen sus vinos. Pero como siempre: hay grandísimos vinos elaborados con Malbec, como por ejemplo los Achaval Ferrer (estos no llegan a Honduras), los Catena Zapata (estos sí llegan a Honduras, e incluso hablamos hace tiempo aquí del Catana Alta, tremendo vino), o los Rutini (también llegan a Honduras), por mencionar solo algunos de ellos... y vinos peores.
Los vinos que sirvieron en la mesa del evento fueron:
Desgraciadamente ambos vinos se sirvieron subidos de temperatura... y eso es algo de lo que ya hemos hecho mención: los vinos tintos se sirven a temperatura ambiente de la Borgoña francesa en otoño, o sea entre 14 y 18 ºC, no a temperatura ambiente de San Pedro Sula o el desierto del Sáhara... calcula el Lempira que los vinos se estaban sirviendo a unos 22-24 ºC (sopita de malbec).
Definitivamente, no era la temperatura correcta para poder apreciar lo que ofrece un malbec... aunque también hay que decir que tampoco era una selección para emocionar: son vinos correctos, pero no son caldos a partir de los cuales uno va a desvivirse por consumir malbec. El Lempira que come, que es un gran amante de los vinos argentinos, sabe que a Honduras llegan vinos elaborados con malbec de mucha mayor calidad, e incluso algunos no tan caros. Una nueva oportunidad perdida para promover la cultura vitivinícola en el país, y van...
En cualquier caso hay que decirlo alto y claro: el cordero a la estaca estaba realmente bueno... sabor memorable.
La imagen del cordero a la estaca es una foto de Jose M. Alonso bajo licencia Creative Commons.
El cordero a la estaca es un plato característico del campo argentino, que consiste, en esencia, en asar a muy baja temperatura en las brasas de la leña un cordero colocado en una estaca, tal y como se puede apreciar en la foto:
El resultado conseguido en Arno fue digno de mención, pues la carne del cordero quedó a bastante buen punto, cosa que no es tarea sencilla, y con un penetrante aroma ahumado realmente exquisito. La piel crujiente, el interior tierno y bastante jugoso merecieron los 600 lempiras que costó la cena para cada comensal. Hacía tanto que el Lempira no degustaba un cordero a la estaca... ¡quizás incluso más de 10 años!
La cena argentina se completó con empanadas de queso y de carne que, francamente, no estuvieron a la altura del cordero, y con un postre compuesto por una ensalada de frutas sin demasiada gracia, un bocadito de tres leches y una especie de alfajor de merengue. Soñaba el Lempira con un buen panqueque de dulce de leche elaborado por la buena mano de Arno.... otro día será....
En el capítulo de vinos se promocionaba, como no, el Malbec. La cepa por excelencia de Argentina, que en realidad es francesa, pero que ha encontrado en este hermoso país austral su lugar más cómodo para crecer y aportar todo lo que lleva dentro: potencia y equilibrio a partes iguales, complejidad, fragilidad y fuerza. Es una cepa muy interesante para acompañar carnes y platillos potentes, por la versatilidad que consiguen sus vinos. Pero como siempre: hay grandísimos vinos elaborados con Malbec, como por ejemplo los Achaval Ferrer (estos no llegan a Honduras), los Catena Zapata (estos sí llegan a Honduras, e incluso hablamos hace tiempo aquí del Catana Alta, tremendo vino), o los Rutini (también llegan a Honduras), por mencionar solo algunos de ellos... y vinos peores.
Los vinos que sirvieron en la mesa del evento fueron:
- Trapiche Reserva 2011: correcto. Aromas ligeramente vegetales propios de la variedad, algo de fruta roja, y un toque de cedro. Bastante equilibrado, con los taninos ya pulidos, de cuerpo medio, y final medio.
Categoría: Vino. Trapiche Reserva 2011
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Puntuación
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Cata
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79
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Relación Calidad Precio
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6.5
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- Tribu 2013 de Trivento: desequilibrado y agresivo. Las notas vegetales predominaban, el alcohol muy presente, y sólo, de fondo, unas notas a fruta roja. En boca cuerpo medio, taninos muy marcados. Un vino con poco que ofrecer. Un tiempo en botella lo mejorará... pero no esperen un gran cambio.
Categoría: Vino. Tribu 2013
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Puntuación
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Cata
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67
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Relación Calidad Precio
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5
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Desgraciadamente ambos vinos se sirvieron subidos de temperatura... y eso es algo de lo que ya hemos hecho mención: los vinos tintos se sirven a temperatura ambiente de la Borgoña francesa en otoño, o sea entre 14 y 18 ºC, no a temperatura ambiente de San Pedro Sula o el desierto del Sáhara... calcula el Lempira que los vinos se estaban sirviendo a unos 22-24 ºC (sopita de malbec).
Definitivamente, no era la temperatura correcta para poder apreciar lo que ofrece un malbec... aunque también hay que decir que tampoco era una selección para emocionar: son vinos correctos, pero no son caldos a partir de los cuales uno va a desvivirse por consumir malbec. El Lempira que come, que es un gran amante de los vinos argentinos, sabe que a Honduras llegan vinos elaborados con malbec de mucha mayor calidad, e incluso algunos no tan caros. Una nueva oportunidad perdida para promover la cultura vitivinícola en el país, y van...
En cualquier caso hay que decirlo alto y claro: el cordero a la estaca estaba realmente bueno... sabor memorable.
La imagen del cordero a la estaca es una foto de Jose M. Alonso bajo licencia Creative Commons.
agradesco sus commentarios. errores han occuridos siendo el primero de varios eventos que organisaremos, detales y mas detalles que mejorar, esta thematica se repetira en los proximos meses, en acuerdo con la embajada de argentina. la tempratura del vino, elemento matador que personalmente no he controlado. espero que han pasado un momento agradable dentro de un ambiante differente.atte. ARNO
ResponderEliminarEstimado Arno;
EliminarOjalá se continúen organizando este tipo de eventos, son importantes para dar a conocer la gastronomía de otros países, además de ser, en sí mismos, espacios que representan una buena alternativa de ocio...
Esta primera cena de la pampa nos gustó bastante, en especial el cordero, si bien creemos que se pueden mejorar las empanadas y los postres... igual que los vinos. Brindamos porque así sea!
Un abrazo y adelante! genial trabajo el suyo!
gracias. deante mano le puedo adelantar que en noviembre tendremos una noche cabaret con la presencia de su excelecia philippe ardanaz, embajador de francia au honduras....
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