viernes, 11 de abril de 2014

Rafa's Bistrot, Antigua Guatemala. Un buen restaurante de cocina de autor.


El Lempira que come comienza su recorrido por esa perla Centroamericana que es la hermosísima y colonial Antigua Guatemala. En esta ocasión le tocó el turno a Rafa’s Bistrot, un restaurante nuevo que no pasa desapercibido para los visitantes de Antigua.

Rafa’s Bistrot se sitúa en una antígua casa colonial, en la avenida 4 número 2, cerca del Parque Central de Antigua. El chef Rafael González Muñoz, de nacionalidad guatemalteca, ofrece una comida de autor con influencias asiáticas, francesas e italianas.

El ambiente y la decoración del restaurante se podría definir como colonial-Chic. Bonitos cuadros de colores llamativos y técnicas modernas cuelgan de las paredes blancas. Los suelos de ladrilleras rojas y amarillas acompañan muy bien. Mesas cuadradas para 4 comensales se reparten en la sala principal, en cuyo fondo se sitúa una barra de servicio y a la izquierda un sillón corrido. Además dispone de una pequeña galería en el patio trasero que también sirve como sala de comidas. La sala principal exhibe una nevera de conservación de vino con capacidad para 24 botellas. El entorno es agradable pero no es de los más seductores de Antigua.

El servicio de sala de Rafa’s Bistrot es simple pero atento. El mesero entrega la carta, ofrece tomar la comanda y explica las dudas del comensal. Correcto.



En cuanto a la carta, decir que Rafa’s Bistro ofrece un menú breve pero muy bien confeccionado que permite elegir platos interesantes de combinaciones ingeniosas. Dentro de las entradas destacan los Hogos portobello asados con queso manchego y vinagreta de jerez (60 Q.), la Tempura de camarones (70 Q.), el Ceviche del día (90 Q.) o el Sashimi de salmón con espuma de hongos y mousse de aguacate (80 Q.). Tamibén se ofrecen 2 sopas: Crema de setas a la trufa blanca (55 Q.) y Sopa de cebolla con queso gruyere (50 Q.). Las entradas culminan con 3 ensaladas sugerentes como la de Peras, almendras y roquefort que se adereza con mostaza de Dijon y miel (55 Q.).

Los platos principales de Rafa’s Bistro también mezclan influencias italianas, francesas y asiáticas: pastas frescas y risottos, como Ravioles capresse rellenos de ricota, tomates secos y albahaca con salsa de eneldo (70 Q.), Risotto al funghi y piñones con queso Parmigiano Reggiano (70 Q.); carnes y mariscos, como los Lomitos y frutos del bosque con aroma a trufa y piedras volcánicas -que realmente son papas (135 Q.), Magret de pato a l’orange con arroz salvaje y salteado de setas y bok choy (165 Q.), Róbalo Thai horneado con salsa de inspiración Thai (140 Q.), o Camarones flambeados con ron Zacapa centenario -¿será con centenario?- y bañados con una beurre blanc con tomates cherry, alcaparras, aceitunas negras, acompañados de rúcula y gnochi de camote (165 Q.).


Un menú bastante interesante del que el Lempira probó el Sashimi de salmón, el pato a la naranja y el risotto de setas, además de la mousse de chocolate de postre. Los resultados, a continuación:


El Sashimi de salmón, aunque demasiado fino su corte, tenía buen sabor, suave y delicado, y una textura sedosa. La cebolla roja, el tomate y la soja que acompañaban los cortes de salmón hacían de buen contraste en textura, aportando un sabor complementario bien logrado (quizás un pelín más de potencia sápida mejoraría el conjunto). La mousse de aguacate estaba deliciosa: textura cuasi aérea y sabor penetrante a piñones, propio del buen aguacate. Sin embargo, la espuma de hongos pasaba totalmente desapercibida en boca, pues su estupenda e impactante presencia visual se difuminaba al completo posteriormente.

Antes de pasar a los segundos, es necesario indicar que el pan que sirven en Rafa’s Bistrot está bastante rico: una baguette enriquecida con semillas de linaza.





Los platos principales funcionaron un poco como Dr Jekyll y Mr Hyde. Muy recomendable el Pato a L’Orange con arroz salvaje. Punto perfecto del arroz y de la pechuga de pato, tostada su propia grasa a la plancha y jugoso el interior. Crujiente la piel, magnífico sabor de pato y perfecta combinación con la naranja. El saltado de setas de cardo y champignones, así como el Bok Choy completaban un plato redondo. Irreprochable. Bien chef!









Desgraciadamente, el Risotto estaba pasado. El arroz, de buena calidad aunque no sabe el Lempira si arbóreo, había roto sus granos durante demasiado tiempo y terminaba ofreciendo su lado menos atractivo, pues los sabores no se juntaban de manera correcta con el queso, sabroso, ni con las también sabrosas setas. Así pues, lejos de la perfección el Risotto, aunque agradable.







Por último, el postre: mousse de chocolate con salsa de maracuyá, teja crujiente y mermelada de frutos del bosque. Un postre excelentemente presentado, con una apariencia más que apetitosa, muy colorido (gracias a las florecillas) y de buen sabor y textura. Muy bien ejecutado y buen resultado final.


En el capítulo de bebidas decir que la carta de Rafa’s Bistro es bastante amplia: whiskies, tequilas, vodkas, rones o Ginebras entre 30 y 50 Q el trago. También ofrecen cervezas nacionales a 20 Q e importadas a 30 Q. Y cócteles: desde tom Collins a 40 Q, hasta mojito a 30 Q, pasando por Bloody Mary 35 Q. o Dirty martini a 50 Q. Los frescos naturales cuestan 17 Q.

La carta de vinos no convence al Lempira: pocas y en general no muy atrayentes referencias. No indica Denominación de Origen ni añada. Una oferta de cocina tan interesante podría maridarse muchísimo mejor con las muchas y excelentes referencias que llegan a Antigua Guatemala. Punto a mejorar. En vinos blancos se ofrece JP Chenet en su versión Sauvignon Blanc y Chardonnay a 125 Q. la botella, o Béringer SB a 215 Q. Destaca por encima de ambas referencias Marqués de Riscal blanco a 220 Q. Entre los tintos, lo mejor de la carta vuelve a ser Marqués de Riscal, si bien no indica si se trata del reserva, el crianza o el Gran Reserva (480 Q. la botella). También se ofrece Síbaris Carmenere, un vino atractivo a buen precio (215 Q.), y Trapiche Broquel en sus versiones Malbec y CS al mismo precio. El servicio de vinos contempla copas de aceptable calidad y botellas servidas a la temperatura adecuada.

En Resumen: Rafa’s Bistrot es un buen restaurante que probablemente se asiente en el más que competitivo panorama restaurantero de Antigua Guatemala. El Chef Rafael González demuestra buena mano y conocimientos al combinar productos y técnicas en platos bastante atractivos y, en general, muy bien ejecutados. Vale la pena.


Categoría "Restaurantes" Rafa's Bistrot Antigua Guatemala Puntuación
Entorno 7,3
Servicio 7,7
Servicio Vino 6,7
Comida 8,1
Puntuación Media 7,7
Relación Calidad Precio 7,8


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