Sundowners es a West End, lo que Maradona a Argentina. Un emprescindible, un referente. Uno de los pubs más longevos e interesantes de Roatán, donde se dan cita todos los visitantes temporales de esta hermosa isla.
Situado en la calle principal de West End, sobre la mismísima playa de arenas blancas y finas, este clásico pub ofrece un ambiente agradable, juvenil y desenfadado, en un entorno sencillamente idílico. Famoso por su rumba vespertina el mejor momento del Sundowners es, precisamente, cuando se pone el sol.
Para el Lempira, el Sundowners es el mejor lugar para cerrar el día de playa, snorkeling o buceo y dar la bienvenida a la noche. Tomar unos tragos en su hora feliz se convierte prácticamente en un obligatorio cuando uno visita Roatán; porque el sol se pone lentamente frente al Sundowners y la hora feliz (entre las 5 y las 7 de la tarde) ofrece cerveza nacional y cócteles como Margaritas, Monkey La La, Ponches o Piñas Coladas a precios razonables: 30 L. las cervezas y 70 L. los cócteles. Fuera de la hora feliz los precios suben: las cervezas nacionales pasan a costar entre 50 y 60 L. y 100 L. las bebidas Frozen.
Lo mejor del Sundowners, en cualquier caso, además del entorno, es el ambiente, pues los cocteles no siendo malos, tampoco son como para soñar con ellos. Las margaritas son ricas. En su versión frozen están frescas y con el punto justo de limón y sal. El tequila que se utiliza para su elaboración pasa, ciertamente, desapercibido. Refrescan y emborrachan, que es lo que la mayoría quiere en esos momentos. La piña colada no está tan bien lograda y el Punch de ron está algo subido de azúcar. En cualquier caso, las que el Lempira tomó cumplían eficientemente con lo que se espera y debe decir que otras veces han sido mejores .
Además de los cocteles clásicos, se ofrecen también tragos como ron, gin, vodka o whisky, y algunos platillos para picotear, que abarcan desde hamburguesas con diferentes preparaciones (desde 160 L. hasta 180 L.) y que van servidas con papas fritas, hasta sándwiches tostados de pollo (140 L.) pasando por ensaladas, nachos, alitas de pollo, o Wraps de pollo (150 L.). La pinta de los platos que vio pasar el Lempira no era nada mala, pero no los probó. Las papas, congeladas.
Capítulo a parte merece el servicio: la rotación de personal es un habitual en este local, lo que implica que, en ocasiones, se resienta el servicio. El Lempira ha disfrutado en Sundowners de Bar-tenders ciertamente amables, simpáticos, risueños y atentos en todas las veces anteriores que lo visitó; sin embargo, en esta ocasión, sufrió en sus propias carnes la prepotencia y engreimiento de un personal arrogante y altenero más preocupado de sí mismo que del comensal. La falta de experiencia de esta joven pareja de Bar-tenders, unido al hecho de que no se dignaran si quiera a pronunciar -ni intentarlo- una sóla palabra de español, generó malos entendidos y un desencuentro. Malos entendidos y desencuentros que si se reproducen con frecuencia, ponen en peligro la reputación de la isla al manchar la experiencia del turista. Porque ya se sabe, un turista molesto por un servicio o una mala experiencia es peor que 1.000 turistas contentos. Además, al Lempira le gustaría desde esta tribuna recordarle a la dirección del Sundowners que tanto vale la plata que paga un gringo como la plata que paga un nacional, por lo que, cuanto menos por eso, el servicio debiera prestarse igualmente bien a nacionales que a extranjeros. Y esto implica que, como mínimo, uno de los Bar-tenders por turno debiera entender e intentar hablar en "catracho", mostrando un mínimo de respeto por el país donde se encuentra residiendo y trabajando.
En cualquier caso, y como resumen, decir que el Lempira que come cree que Sundowners es un local más que recomendable para disfrutar de los últimos rayos del maravilloso sol de Roatán, en buena compañía, tomando una margarita, o dos. Vale la pena.
Situado en la calle principal de West End, sobre la mismísima playa de arenas blancas y finas, este clásico pub ofrece un ambiente agradable, juvenil y desenfadado, en un entorno sencillamente idílico. Famoso por su rumba vespertina el mejor momento del Sundowners es, precisamente, cuando se pone el sol.
Para el Lempira, el Sundowners es el mejor lugar para cerrar el día de playa, snorkeling o buceo y dar la bienvenida a la noche. Tomar unos tragos en su hora feliz se convierte prácticamente en un obligatorio cuando uno visita Roatán; porque el sol se pone lentamente frente al Sundowners y la hora feliz (entre las 5 y las 7 de la tarde) ofrece cerveza nacional y cócteles como Margaritas, Monkey La La, Ponches o Piñas Coladas a precios razonables: 30 L. las cervezas y 70 L. los cócteles. Fuera de la hora feliz los precios suben: las cervezas nacionales pasan a costar entre 50 y 60 L. y 100 L. las bebidas Frozen.
Lo mejor del Sundowners, en cualquier caso, además del entorno, es el ambiente, pues los cocteles no siendo malos, tampoco son como para soñar con ellos. Las margaritas son ricas. En su versión frozen están frescas y con el punto justo de limón y sal. El tequila que se utiliza para su elaboración pasa, ciertamente, desapercibido. Refrescan y emborrachan, que es lo que la mayoría quiere en esos momentos. La piña colada no está tan bien lograda y el Punch de ron está algo subido de azúcar. En cualquier caso, las que el Lempira tomó cumplían eficientemente con lo que se espera y debe decir que otras veces han sido mejores .
Además de los cocteles clásicos, se ofrecen también tragos como ron, gin, vodka o whisky, y algunos platillos para picotear, que abarcan desde hamburguesas con diferentes preparaciones (desde 160 L. hasta 180 L.) y que van servidas con papas fritas, hasta sándwiches tostados de pollo (140 L.) pasando por ensaladas, nachos, alitas de pollo, o Wraps de pollo (150 L.). La pinta de los platos que vio pasar el Lempira no era nada mala, pero no los probó. Las papas, congeladas.
Capítulo a parte merece el servicio: la rotación de personal es un habitual en este local, lo que implica que, en ocasiones, se resienta el servicio. El Lempira ha disfrutado en Sundowners de Bar-tenders ciertamente amables, simpáticos, risueños y atentos en todas las veces anteriores que lo visitó; sin embargo, en esta ocasión, sufrió en sus propias carnes la prepotencia y engreimiento de un personal arrogante y altenero más preocupado de sí mismo que del comensal. La falta de experiencia de esta joven pareja de Bar-tenders, unido al hecho de que no se dignaran si quiera a pronunciar -ni intentarlo- una sóla palabra de español, generó malos entendidos y un desencuentro. Malos entendidos y desencuentros que si se reproducen con frecuencia, ponen en peligro la reputación de la isla al manchar la experiencia del turista. Porque ya se sabe, un turista molesto por un servicio o una mala experiencia es peor que 1.000 turistas contentos. Además, al Lempira le gustaría desde esta tribuna recordarle a la dirección del Sundowners que tanto vale la plata que paga un gringo como la plata que paga un nacional, por lo que, cuanto menos por eso, el servicio debiera prestarse igualmente bien a nacionales que a extranjeros. Y esto implica que, como mínimo, uno de los Bar-tenders por turno debiera entender e intentar hablar en "catracho", mostrando un mínimo de respeto por el país donde se encuentra residiendo y trabajando.
En cualquier caso, y como resumen, decir que el Lempira que come cree que Sundowners es un local más que recomendable para disfrutar de los últimos rayos del maravilloso sol de Roatán, en buena compañía, tomando una margarita, o dos. Vale la pena.
Categoría "Wine-Bar/Cafetería/Pub" Sundowners, West End Roatán | Puntuación |
Entorno - Ambiente | 9 |
Servicio | 5 |
Bebidas - Comida | 7 |
Puntuación Media | 7 |
Relación Calidad Precio | 7 |
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