El Lempira que come continúa visitando los restaurantes preferidos de los usuarios de Tripadvisor. En esta ocasión le tocó el turno a Hacienda Real, un reputado restaurante de calidad situado en la Avenida Juan Pablo II, contiguo al Hotel Marriot (teléfono 2239 6860).
Con más de 10.000 seguidores en Facebook y una puntuación media de 4,5 en 72 opiniones (46 Excelentes, 20 Muy Buenos, 5 Regulares y 1 Malo), Hacienda Real es, según Tripadvisor, el segundo mejor restaurante de Tegucigalpa: ¿lo será también para el Lempira que come?
Una hermosa casa estilo colonial, aunque de más o menos reciente construcción, alberga uno de los restaurantes más famosos de Tegus. Un amplísimo parqueo y un hermoso jardín dan la bienvenida al comensal entre enredaderas verdes y bonitos objetos decorativos. Cruzar la maciza puerta principal produce una sensación estimulante. Enseguida el comensal se encuentra con una excelente decoración basada en tallas de madera de calidad, jarrones de cerámica, suelos de terracota, ladrillos vista, techos abovedados y grandes arcos que generan una sensación de acogida tremenda.
El ala izquierda del recibidor describe un ambiente amplio con grandes ventanales dominado por una enorme barra en forma de U. En el ala derecha se sitúa la cocina principal: un espacio enorme, diáfano y abierto, perfectamente estructurado para mostrarlo todo, y, a la vez, dar sensación de recogimiento y orden. Sin duda, gracias a los hermosos azulejos de llamativos colores con los que están decoradas las parrillas y las mesas de cocina.
Los espacios para el comensal se encuentran comunicados visualmente con la cocina y la zona de bar, respectivamente, en cada una de las alas. Vigas enormes de madera, techos bajos de barro, varios forjados de hierro, ventanales amplios que miran a un patio interior y mesas también de madera hacen de las salas de comida sitios verdaderamente acogedores e incluso íntimos, pese a ser un espacio muy grande y con capacidad incluso para cientos de comensales. El patio interior, con un enorme árbol central, también cuenta con varias mesas, y una terraza en un segundo piso, sobre los techos de las salas anteriormente descritas.
En conclusión: un ambiente realmente bien logrado, muy bien logrado. Excelente!
El servicio de mesa de Hacienda Real es atento y bastante cuidadoso. Cuando los comensales son conducidos a la mesa, ofrecen la carta rápidamente y un consomé calentito de bienvenida. Los meseros conocen bien los platos y las elaboraciones que se ofrecen en la carta e incluso son capaces de hacer algún comentario en relación al vino. Muy bien!
En cuanto a la carta, decir que ésta se basa, fundamentalmente, en productos a la parrilla: carnes nacionales o de importación. También algunos mariscos de prestigio como colas de langosta, y elaboraciones de carne salseadas.
De entradas se ofrecen varias sopas: marinera (304 L.) de cebolla (104 L.); Hongos a la parrilla, al ajillo o a la crema (309 L.), y carpaccios de pescado o salmón (159 L.). También se ofrecen sugerentes ensaladas, como la de palmito con aguacate, y ceviches de camarón, calamar, caracol o pescado (199 L.).
Como platos principales la carta ofrece carnes nacionales como el Filet Mignon o el Steak a la pimienta (en torno a los 450 L.) y parrilladas elaboradas con carnes nacionales o de importación de USA. La Parrillada Ral, que incluye Entaña, asado de tira, puyazo, chorizo y 2 guarniciones, para 2 personas cuesta 1239 L. Las carnes importadas como el Vacío, cuestan entre 534 L. y 599 L.
Además de carnes, la Hacienda Real ofrece platos mixtos, mar y montaña, donde mezclan carnes y mariscos o pescados: filete de res y camarones (569 L.), filete de res y cola de langosta (569 L.), todos ellos acompañados de 2 guarniciones, entre las que destacan la papa asada, el elote, el guacamol o el frijol. Por último, se ofrecen anafres, de frijol y queso (para 2 personas 134 L.) y de frijol, queso y chorizo (para 2 personas 164 L.). También hay fajitas y tacos, en torno a los 200 L.
El capítulo de postres no es especialmente sugerente, pero se encuentran elaboraciones como Tiramisú, pie de limón o rosquillas en miel (entre los 99 L. y los 129 L.) Como pueden ver, los precios en general son altos, si bien el Lempira reconoce que tanto la decoración, como la casa y el ambiente que se genera, tienen un costo que no es precisamente bajo...
El Lempira probó un poco de todo: el anafre de frijoles, quesillo y chorizo que sirvieron fue uno de los mejores que recuerda. Calientes los frijoles y fundido el quesillo a la temperatura justa para no quemar el paladar, con un potente y penetrante sabor a chorizo especiado. Muy rico anafre!
La parrillada Real se sirvió con la entraña al punto perfecto de asado (termino medio bien logrado) aunque sin la membrana que recubre la carne, lo cual, le hizo perder jugos y textura crujiente; con el puyaso en buen punto, sabroso y de buena textura; con la tira de asado, deshuesada, sabrosa y jugosa; y con el chorizo parrillero algo pasado, además de un tanto pastoso. En resumidas cuentas: una buena parrillada en relación a la carne de importación, a buenos puntos de asada y un chorizo que sería mejor usarlo de boomerang (el Lempira cree que hay mejores chorizos en el mercado... mucho mejores). Los acompañantes servidos fueron guacamole, fresco y cremoso, y papa asada, en perfecto punto y muy sabrosa.
También probó la tilapia frita. Pescado de calidad que por la textura de la carne diría el Lempira que podría ser fresco. Grande, aunque no tanto como los que sirven en otros lugares. Sabroso y bien servido.
En cuanto a las bebidas, comentar que se ofrecen numerosos frescos naturales: jugos de naranja, limonadas, pozol, horchata. Probó varios y todos ellos estaban un tanto subidos de azúcar, pero realmente ricos y refrescantes. La horchata estaba especialmente sabrosa.
En el capítulo de vinos, decir que la carta es de las pocas que se encuentran en Tegucigalpa lo suficientemente amplia y atractiva para encontrar algún vino más que apetecible. Pues, se ofrecen numerosas referencias (más de 60) de Argentina, Chile, España, Italia, Francia y Estados Unidos tanto en vino blanco, como tinto, rosado y espumante. Una carta bien elaborada en la que destacan vinos españoles como: Alión, el vino moderno de la centenaria y famosísima bodega Vega Sicilia, a 2400 L., el impresionante Champagne Krug, a 6800 L., el expresivo vino chileno Don Melchor a 2700 L., o el Marchesi di Barolo, italiano, a 2900 L. Vinos de una impresionante calidad, y precio.
Aunque, también hay una selección más que buena de vinos recomendables a precios más razonables: la gama al completo de bodegas Adeluna, Mendoza Argentina, que oscilan entre los 550 L y los 850 L., el chileno Síbaris (del que hablamos aquí) de bodegas Undurraga a 550 L., o el Founder's Collection a 950 L., además de la línea Montes Alpha, cuyo Syrah es realmente rico, a 810 L. También son recomendables los vinos de Antinori, italianos, especialmente el Brunello di Montalcino Pian delle Vigne, aunque se va de precio (2900 L.). Entre los franceses, destaca el Champagne Pol Roger, 1800 L., y el Paul Jaboulet Chateauneuf du Pape, les Cedres, a 1800 L.
¡Excelentísimo! lástima que las copas que se ofrecen dejen tanto que desear. Un restaurante que cuida de manera muy adecuada los detalles, ha descuidado las copas, y eso es una pena, porque el vino servido en buenas copas, mejora sustancialmente (un día dedicaremos un post en exclusiva a las copas). También sería bueno, para terminar de mejorar el servicio de vino, que la carta fuera acompañada de algunas recomendaciones, notas de cata y explicaciones sobre las uvas de elaboración de los vinos o las Denominaciones de Origen de las que proceden. Un restaurante de este prestigio podría apostar también por promover la cultura vitivinícola de un modo educativo. En cualquier caso, la carta está muy bien!
En resumen: si la plata no es un impedimento, seguramente disfruten bastante de La Hacienda. El ambiente es agradable y la comida es buena. Lo que se ofrece se hace con productos frescos y los resultados son sabrosos: bien elaborados, bien tratados.
Con más de 10.000 seguidores en Facebook y una puntuación media de 4,5 en 72 opiniones (46 Excelentes, 20 Muy Buenos, 5 Regulares y 1 Malo), Hacienda Real es, según Tripadvisor, el segundo mejor restaurante de Tegucigalpa: ¿lo será también para el Lempira que come?
Una hermosa casa estilo colonial, aunque de más o menos reciente construcción, alberga uno de los restaurantes más famosos de Tegus. Un amplísimo parqueo y un hermoso jardín dan la bienvenida al comensal entre enredaderas verdes y bonitos objetos decorativos. Cruzar la maciza puerta principal produce una sensación estimulante. Enseguida el comensal se encuentra con una excelente decoración basada en tallas de madera de calidad, jarrones de cerámica, suelos de terracota, ladrillos vista, techos abovedados y grandes arcos que generan una sensación de acogida tremenda.
El ala izquierda del recibidor describe un ambiente amplio con grandes ventanales dominado por una enorme barra en forma de U. En el ala derecha se sitúa la cocina principal: un espacio enorme, diáfano y abierto, perfectamente estructurado para mostrarlo todo, y, a la vez, dar sensación de recogimiento y orden. Sin duda, gracias a los hermosos azulejos de llamativos colores con los que están decoradas las parrillas y las mesas de cocina.
Los espacios para el comensal se encuentran comunicados visualmente con la cocina y la zona de bar, respectivamente, en cada una de las alas. Vigas enormes de madera, techos bajos de barro, varios forjados de hierro, ventanales amplios que miran a un patio interior y mesas también de madera hacen de las salas de comida sitios verdaderamente acogedores e incluso íntimos, pese a ser un espacio muy grande y con capacidad incluso para cientos de comensales. El patio interior, con un enorme árbol central, también cuenta con varias mesas, y una terraza en un segundo piso, sobre los techos de las salas anteriormente descritas.
En conclusión: un ambiente realmente bien logrado, muy bien logrado. Excelente!
El servicio de mesa de Hacienda Real es atento y bastante cuidadoso. Cuando los comensales son conducidos a la mesa, ofrecen la carta rápidamente y un consomé calentito de bienvenida. Los meseros conocen bien los platos y las elaboraciones que se ofrecen en la carta e incluso son capaces de hacer algún comentario en relación al vino. Muy bien!
En cuanto a la carta, decir que ésta se basa, fundamentalmente, en productos a la parrilla: carnes nacionales o de importación. También algunos mariscos de prestigio como colas de langosta, y elaboraciones de carne salseadas.
De entradas se ofrecen varias sopas: marinera (304 L.) de cebolla (104 L.); Hongos a la parrilla, al ajillo o a la crema (309 L.), y carpaccios de pescado o salmón (159 L.). También se ofrecen sugerentes ensaladas, como la de palmito con aguacate, y ceviches de camarón, calamar, caracol o pescado (199 L.).
Como platos principales la carta ofrece carnes nacionales como el Filet Mignon o el Steak a la pimienta (en torno a los 450 L.) y parrilladas elaboradas con carnes nacionales o de importación de USA. La Parrillada Ral, que incluye Entaña, asado de tira, puyazo, chorizo y 2 guarniciones, para 2 personas cuesta 1239 L. Las carnes importadas como el Vacío, cuestan entre 534 L. y 599 L.
Además de carnes, la Hacienda Real ofrece platos mixtos, mar y montaña, donde mezclan carnes y mariscos o pescados: filete de res y camarones (569 L.), filete de res y cola de langosta (569 L.), todos ellos acompañados de 2 guarniciones, entre las que destacan la papa asada, el elote, el guacamol o el frijol. Por último, se ofrecen anafres, de frijol y queso (para 2 personas 134 L.) y de frijol, queso y chorizo (para 2 personas 164 L.). También hay fajitas y tacos, en torno a los 200 L.
El capítulo de postres no es especialmente sugerente, pero se encuentran elaboraciones como Tiramisú, pie de limón o rosquillas en miel (entre los 99 L. y los 129 L.) Como pueden ver, los precios en general son altos, si bien el Lempira reconoce que tanto la decoración, como la casa y el ambiente que se genera, tienen un costo que no es precisamente bajo...
El Lempira probó un poco de todo: el anafre de frijoles, quesillo y chorizo que sirvieron fue uno de los mejores que recuerda. Calientes los frijoles y fundido el quesillo a la temperatura justa para no quemar el paladar, con un potente y penetrante sabor a chorizo especiado. Muy rico anafre!
La parrillada Real se sirvió con la entraña al punto perfecto de asado (termino medio bien logrado) aunque sin la membrana que recubre la carne, lo cual, le hizo perder jugos y textura crujiente; con el puyaso en buen punto, sabroso y de buena textura; con la tira de asado, deshuesada, sabrosa y jugosa; y con el chorizo parrillero algo pasado, además de un tanto pastoso. En resumidas cuentas: una buena parrillada en relación a la carne de importación, a buenos puntos de asada y un chorizo que sería mejor usarlo de boomerang (el Lempira cree que hay mejores chorizos en el mercado... mucho mejores). Los acompañantes servidos fueron guacamole, fresco y cremoso, y papa asada, en perfecto punto y muy sabrosa.
También probó la tilapia frita. Pescado de calidad que por la textura de la carne diría el Lempira que podría ser fresco. Grande, aunque no tanto como los que sirven en otros lugares. Sabroso y bien servido.
En cuanto a las bebidas, comentar que se ofrecen numerosos frescos naturales: jugos de naranja, limonadas, pozol, horchata. Probó varios y todos ellos estaban un tanto subidos de azúcar, pero realmente ricos y refrescantes. La horchata estaba especialmente sabrosa.
En el capítulo de vinos, decir que la carta es de las pocas que se encuentran en Tegucigalpa lo suficientemente amplia y atractiva para encontrar algún vino más que apetecible. Pues, se ofrecen numerosas referencias (más de 60) de Argentina, Chile, España, Italia, Francia y Estados Unidos tanto en vino blanco, como tinto, rosado y espumante. Una carta bien elaborada en la que destacan vinos españoles como: Alión, el vino moderno de la centenaria y famosísima bodega Vega Sicilia, a 2400 L., el impresionante Champagne Krug, a 6800 L., el expresivo vino chileno Don Melchor a 2700 L., o el Marchesi di Barolo, italiano, a 2900 L. Vinos de una impresionante calidad, y precio.
Aunque, también hay una selección más que buena de vinos recomendables a precios más razonables: la gama al completo de bodegas Adeluna, Mendoza Argentina, que oscilan entre los 550 L y los 850 L., el chileno Síbaris (del que hablamos aquí) de bodegas Undurraga a 550 L., o el Founder's Collection a 950 L., además de la línea Montes Alpha, cuyo Syrah es realmente rico, a 810 L. También son recomendables los vinos de Antinori, italianos, especialmente el Brunello di Montalcino Pian delle Vigne, aunque se va de precio (2900 L.). Entre los franceses, destaca el Champagne Pol Roger, 1800 L., y el Paul Jaboulet Chateauneuf du Pape, les Cedres, a 1800 L.
¡Excelentísimo! lástima que las copas que se ofrecen dejen tanto que desear. Un restaurante que cuida de manera muy adecuada los detalles, ha descuidado las copas, y eso es una pena, porque el vino servido en buenas copas, mejora sustancialmente (un día dedicaremos un post en exclusiva a las copas). También sería bueno, para terminar de mejorar el servicio de vino, que la carta fuera acompañada de algunas recomendaciones, notas de cata y explicaciones sobre las uvas de elaboración de los vinos o las Denominaciones de Origen de las que proceden. Un restaurante de este prestigio podría apostar también por promover la cultura vitivinícola de un modo educativo. En cualquier caso, la carta está muy bien!
En resumen: si la plata no es un impedimento, seguramente disfruten bastante de La Hacienda. El ambiente es agradable y la comida es buena. Lo que se ofrece se hace con productos frescos y los resultados son sabrosos: bien elaborados, bien tratados.
Categoría "Restaurantes" | Puntuación |
Entorno | 8,4 |
Servicio | 8,6 |
Servicio Vino | 7,9 |
Comida | 8 |
Puntuación Media | 8,15 |
Relación Calidad Precio | 5,5 |
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