lunes, 3 de marzo de 2014

Arno Bistró en su versión Cafetería, absolutamente recomendable

El Lempira que come está muy contento de subir el post de hoy, porque le ha encantado Arno Bistró Café Francais, al menos en lo que a su cafetería se refiere, pues acudió a tomar un café y un dulce. La calidad del producto, la buena elaboración y el sabor de todo lo probado terminó por convencer al Lempira para subir esta nota en la categoría de Wine-Bar/Cafetería/Pub, a sabiendas de que Arnó Bistró, además de ofrecer este servicio, es un restaurante. Un restaurante que el Lempira que come no se perderá bajo ningún concepto, y del que subirá nota en cuanto tenga la más mínima oportunidad.

Situado en las Lomas, justo al lado del conocido Café Guijarros, Arno Bistró ofrece todo lo necesario para tener una estupenda experiencia. Ya sea en su dimensión de local cafetería, como en su dimensión de restaurante e incluso en su dimensión panadería. Porque Arno también elabora pan... y qué buen pan!.

La cuidadísima decoración de la sala interior, con 2 o 3 mesitas para 2 - 4 personas cada una de ellas, recrea un ambiente profundamente afrancesado. Los tonos pastel de las maderas que conforman la barra principal, la mantelería blanca, las pizarras negras en las que se anotan los platos del día y sus precios, las estanterías de madera donde descansan numerosos tipos de pan diferente y la pequeña bodega vista, situada sobre una mesa de servicio, logran transportarte a París... también ayuda la cámara frigorífica que exhibe la pastelería.

El trabajo que realizan los cocineros tras la barra principal también resulta atractivo para el comensal, que puede ver en todo momento cómo se finalizan algunas elaboraciones, aunque la gran cocina, el gran laboratorio, no está a la vista.

La terraza, que duplica en tamaño la sala interior, es también muy acogedora. Completamente cubierta y decorada con lámparas de pie que proyectan luz indirecta, algunos sillones pequeños pero muy cómodos y situada ligeramente sobre el nivel de la calle, genera un espacio muy reservado. Íntimo. Varias mesas vestidas con mantelería blanca y con capacidad para hasta 6 comensales hacen el resto. Estupendo ambiente!

El servicio es bastante profesional. Meseros uniformados y de buenas formas están capacitados para responder a las preguntas que se hacen y siempre atentos a las necesidades del comensal. Se nota que conocen el producto que venden, o al menos eso le pareció al Lempira en su visita.

En cuanto a la carta de la cafetería, decir que se exhibe en las pizarras interiores, o es cantada por el mesero (el restaurante sí dispone de una carta, y, de hecho, es la que ofrecen cuando los comensales se sientan a la mesa, incluso en horarios no de almuerzo o cena). En este sentido el Lempira cree que sería bueno disponer también de una carta en algún cómodo formato (quizás una carta-pizarra escrita a tiza, para poder modificarla convenientemente) que se entregara al comensal y diera cuenta de los productos de la merienda o el desayuno. En cualquier caso, la oferta es muy atractiva y sugerente: desde Quiches (de tomate y albahaca, de jamón y queso, entre otros muchos) o sándwiches, hasta suculentos postres franceses (como tartaleta de limón, almendras, pain au chocolat, croissants) ¡todo ello hecho en casa! 

Como eran las 5 de la tarde, el Lempira merendó. Se decantó por probar el café, un espresso y un cappuccino, de muy buena factura ambos. En su punto de temperatura y con muy buenas formas el café. Sospechamos que es de Marcala, pero no sabríamos concretar más. De cuerpo medio, acidez leve y cítrica, con notas de frutos secos. Equilibrado y sabroso... se notaba que la tostión no era agresiva, lo cual se agradece enormemente. No hay peor cosa que tostar mucho un café bueno (y lo mismo se puede decir del vino, no hay peor cosa que meterle a un buen caldo "kilos" de roble americano... así solo se logra enmascarar los sabores del vino). Muy recomendable, aunque el espolvoreado en el cappuccino, ¡sobra!. 

También se ofrecen vinos. Concretamente, una cuidada selección de vinos franceses de la que daremos cuenta oportunamente cuando visitemos Arno Bistró en su dimensión restaurante.

Además, el Lempira probó una tartaleta de limón, un pain au chocolate y una quiche de tomate y albahaca. Ésta última estaba deliciosa. Perfecto punto de la masa y mejor aún esponjosidad del relleno, buen sabor de los tomates y el punto de la albahaca fresca... deliciosa. Para repetir y no parar. 

En cuanto a la tartaleta de limón, decir que si bien su aspecto era un tanto vasto (uno está acostumbrado en la pastelería francesa a que los acabados sean prácticamente obras de arte), el sabor era penetrante y profundo. El limón, en su punto justo de dulzor y acidez y la masa sostenía bien la potencia sápida del cremoso relleno. Realmente bien ejecutado porque muchas veces se nota en demasía el sabor a huevo del relleno. En esta ocasión, chapeau!, que dirían en Francia. Buena ejecución. 

Lo mismo se podría decir del pain au chocolat... en una presentación algo descuidada, una buena masa y un buen chocolate salen airosos ante casi cualquier comensal. Igual, el Lempira piensa que podría mejorarse un poco la esponjosidad y cremosidad del conjunto.



En resumen, Arno tiene la fórmula del éxito: calidad en los productos utilizados, sabiduría y buena ejecución en la cocina, unido a buenos precios (se pagó por todo 230 Lempiras), igual a excelencia. Absolutamente recomendable el servicio de cafetería y panadería de Arno Bistró. Volveremos al restaurante, sin lugar a dudas!



Categoría "Wine-Bar/Cafetería/Pub" Puntuación
Entorno 8
Servicio 9
Bebidas - Comida 9
Puntuación Media 8,75
Relación Calidad Precio 9


7 comentarios:

  1. Muy buen post pero no está situado en Colonia Palmira!

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  2. Sí, en efecto... está situado en Las Lomas... no se porqué colocamos Palmira! Gracias por escribir!

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  3. Quisiera que lo visitaran un par de veces más, me gusta mucho la comida, pero encuentro la calidad inconsistente. Esperamos el encore!

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    1. También opino lo mismo. Calidad inconsistente. Incluso unaa vez el pan me vino crudo por dentro.

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    2. mmm... mal asunto! seguimos pendientes de nueva visita. Eso sí, la vez que fuimos para hacer la valoración estuvo realmente excelente. Sabor y más sabor.

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    3. tengo que reconocer que por factores ajenos ha pasado unos errores en nuestra producion, seria mentir reconocer la perfection, cuando la perfecion se trabaja a diario y en mira el sentimiento para nuestro clientes de sentir mejoras permanantes , sorpresas gustativas perfectas a cada presencia en nuestro restaurant. tendremos desde prompto nuestra nueva carta con sabores differentes que lo haran viajar por francia con una forma sorprendente. sera para principio de noviembre. muchas gracias por sus comentarios son de gran ayuda atte ARNO

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  4. Habrá repetición, sin duda.

    Muchas veces a los buenos cocineros les pasa eso, cuando no tienen la presión de hacerlo siempre al máximo nivel. Veremos a ver qué tal la próxima, pero creo será buena! (o al menos eso esperamos!)

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