miércoles, 12 de marzo de 2014

Cómo saber qué vino comprar: trucos interesantes, mitos, leyendas y cuentos chinos

Se cuentan por decenas las personas que han contactado con el Lempira que come para preguntarle qué vino comprar... así que, decidió escribir un breve post para desmontar algunos mitos muy extendidos sobre el vino, y dar algunos trucos para atinar frente al lineal del super, sin necesidad de tener mucha idea de vino. Ahí van!


El reciente ingreso del producto "vino" a Honduras y Centroamérica y la escasísima promoción y formación que se ha hecho por parte de promotores, distribuidores y restauradores convierten la tarea de comprar un vino en una odisea, y no en un gusto. Es habitual que tanto las cartas de vino que ofrecen los restaurantes, como la información que se despliega en los puntos de venta de vino sea, en el mejor de los casos, escasa; cuanto no errónea y horriblemente mal estructurada. La mayoría de establecimientos no tiene carta de vino. Se limitan a ofrecer una "botella de vino" o una "copa de vino", como si sólo existiera un tipo de vino en el mercado. Resulta paradójico que en esos mismos restaurantes, sí se detallen qué cervezas se ofrecen. De igual modo, en los supermercados, la información que se ofrece sobre vinos es prácticamente nula, mientras que la organización del lineal es terriblemente confusa. Optar por preguntarle al acomodador suele ser recurrente, aunque por todos es sabido que es algo parecido a preguntarle a un futbolista por el Boson de Higgs. Los acomodadores de lineales no suelen tener la más mínima idea de vino, igual que la mayor parte de los mortales sobre el Boson de Higgs (no es una cuestión exclusiva de los futbolistas, claro).

El escenario es diáfano: existen dudas razonables en los consumidores y potenciales consumidores de vino, y no hay mecanismos suficientes ni en cantidad ni en calidad para resolverlas. De esta situación, es imposible salir si los restauradores, distribuidores y vendedores de vino no hacen nada por solucionarlo.


Mitos y leyendas sobre el vino que no son ciertos:

  • El vino, cuanto más viejo, mejor: NO, NO y NO. 
El vino no mejora necesariamente con la edad. Sólo aquellos vinos que están diseñados para envejecer noblemente serán mejores con la edad (como el de la foto, un Viña Tondonia Gran Reserva de 1964: un auténtico clásico de Rioja). La inmensa mayoría de los vinos que ingresan al mercado centroamericano NO están pensados para ser longevos, sino para ser consumidos cuanto antes. ¿Cómo sabemos cuál vino está diseñado para envejecer y cuál no? es una pregunta complicada de responder de manera sencilla, porque los vinos elaborados para ser consumidos en un breve plazo se han comenzado a producir también en las zonas clásicas donde, por tradición, se producían vinos de guarda. Esto complica las cosas, porque decir, por ejemplo, que un Rioja o un Barolo son vinos preparados para envejecer noblemente podría ser cierto, si bien ya no de manera absoluta: hay numerosos Riojas y Barolos que se diseñan para ser consumidos rápidamente.

Para no complicar la cosa, se podría decir que, teniendo en cuenta los vinos que se importan a Honduras y en general a Centroamérica, lo más conveniente es apostar por vinos de cosechas recientes.




  • El vino, cuanto más caro, mejor: NO, NO y NO
Seleccionar el vino por la gama de precios es un mecanismo recurrente, pero poco acertado. Desgraciadamente, los vinos que llegan a Honduras no respetan el precio de origen tanto como debieran. Hay vinos que ingresan con un margen mucho mayor al precio de origen, mientras que otros lo hacen con un margen más ajustado. El resultado es que los precios de venta al público varían sustancialmente del precio original en bodega, y vinos de precios más bajos pueden llegar a tener un precio más elevado, que vinos más caros en origen. De igual modo, vinos de gamas medias pueden pasar a costar como si fueran vinos de gama altísima.

Además de esto, guiarse por los precios puede resultar contraproducente por muchas razones: 

- Primero, porque es probable que a una persona le gusten los vinos más frutales, directos y sencillos. Vinos jóvenes, sin paso por barrica. Normalmente esos vinos son más baratos que vinos que han pasado años de crianza en barricas de roble, por razones obvias. Unos pueden salir al mercado según terminan el proceso de elaboración, y los otros tardan uno, dos, tres o hasta diez años en salir al mercado. Eso tiene un costo. Además, los vinos jóvenes, sin paso por barrica, pueden ser tan buenos o mejores que los vinos con crianza en roble.

- En segundo lugar, observar los precios de modo absoluto (este vino cuesta 100 y este otro 230) implica desconocer las diferencias en la forma de producción, la legislación en origen y las características socioeconómicas que influyen en el costo del vino, y, a veces también, en el precio final. Con un ejemplo será más fácil de entender: un vino "X" producido en Maipo Chile de igual forma que un vino "Y" producido en el Priorat catalán, tendrá un costo muy diferente. El vino catalán será mucho más caro de producir (por que el salario mínimo en España es superior a Chile, porque los viñedos de la zona del Priorat requieren más inversión para su desarrollo, porque las normativas del Priorat son más exigentes que las de Maipo, porque el Euro es una moneda con un cambio más fuerte que el Dolar, etc, etc) y podría darse el caso que fuera, en términos relativos, más barato que el vino chileno de Maipo. En términos absolutos, será siempre más caro.

- Y en tercer lugar, y más importante, porque lo más caro no es sinónimo de mejor. Préstese atención, pues lo más caro, ni siquiera es sinónimo de lo que más cuesta ser producido. Desde que el costo y el precio se desligaron, algo puede valer miles de Lempiras, pero haber costado muy poco producirlo. En el mundo del vino pasa lo mismo. Un vino puede tener un precio final de venta al público muchísimo más elevado que su costo de producción. Hay estudios que aseguran que bajo ninguna circunstancia el costo de producción de una botella de vino superaría los 60-80 € (2100 L.). Sin embargo, sucede que vinos que costaron ser producidos 80 €, en ocasiones, tienen un precio de venta al público de 8.000 €. Un total y absoluto despropósito que tiene más que ver con el prestigio, el nicho de mercado al que va destinado, la escasez, la exclusividad, o intangibles varios, que con la calidad.

El Lempira ha catado a ciegas en numerosos concursos, vinos de rangos de precio completamente diferentes. En ocasiones, el Lempira puntuó vinos mucho más baratos que otros, como mejores. 

  • El vino, cuanto más bonita sea la etiqueta, mejor: NO, NO y NO
Guiarse por el diseño también suele ser recurrente e igualmente desacertado. Tener un diseño atractivo y cuidadoso en una botella de vino, en efecto, cuesta dinero. ¿Tiene sentido que la bodega invierta plata en hacer un diseño para vender un vino peor? sí, claro. De hecho, suele pasar. Pero ojo, esto no quiere decir entonces que es mejor comprar vinos con etiquetas feas porque serán mejores, pues es evidente que también tiene sentido invertir en diseño de etiquetas cuando una bodega tiene un buen vino! (como es el caso de la foto). Básicamente quiere decir que la política de la bodega de invertir, o no, en la creación de etiquetas bonitas, tiene que ver con el marketing y el público al que va destinado el producto y no con la calidad del mismo.

Por otra parte es necesario indicar que no es lo mismo la imagen de un vino de una bodega antigua y clásica, que tendrá una etiqueta antigua y clásica (normalmente la misma o muy similar a la primera que se diseñó muchos años atrás. Véase, por ejemplo, Marqués de Riscal), que el diseño de etiqueta de una bodega moderna, nueva. Normalmente las etiquetas de vinos nuevos o de bodegas nuevas se ajustarán más a los gustos de los consumidores contemporáneos y a los cánones de diseño de moda. Obviamente no será así con las etiquetas históricas. Por tanto, guiarse por el diseño puede hacer pasar a una etiqueta histórica por fea, cometiéndose, muy probablemente, un error mayúsculo.

  • El vino, si es francés, italiano o español, mejor: DEPENDE


Si bien Francia, Italia, España, Portugal o Alemania son la cuna del vino, eso no quiere decir que en dichos países solo se elaboren buenos vinos. Es más, en todos esos países se elaboran también auténticos adefesios que son vendidos como vino a granel y exportados a todas partes del mundo, incluida Centroamérica. Por tanto, no es garantía de calidad, que el vino sea Español, Italiano o Francés. Don Simón, es Español y el vino más vendido de España. ¿Es bueno?, uff...

Sí es cierto, claro, que en todos esos países hay vinos sublimes. El Lempira que come reconoce ser un amante de los vinos de muchas Denominaciones de Origen europeas clásicas (como Jerez, Oporto, Barolo, Borgoña, Nahe, Champagne), y reconoce que en dichos países están los que para él, son los mejores vinos del mundo. Eso sí, no suelen encontrarse en Centroamérica... y si se encuentran, sus precios son absolutamente desproporcionados en relación al precio de venta en origen.






  • Sale en televisión, es mejor: NO, NO y NO
La mayor parte de bodegas del mundo no pueden invertir en publicidad mucho dinero y muchas de las mejores bodegas del mundo no invierten ni un céntimo en campañas publicitarias. 

Casillero del Diablo hizo una inversión impresionante para introducirse en el mercado latinoamericano. Probablemente toda la inversión que no hicieron para hacer un vino mejor. Es un ejemplo claro de excelente marketing, pues Casillero del Diablo está posicionado en Centroamérica como un vino de calidad, cuando se trata de un vino correcto, sin más. Por el mismo precio hay vinos mejores. Para una bodega pequeña, mediana e incluso más o menos grande, el impacto en el precio final de una campaña publicitaria importante, sería demasiado en el precio de venta al público. Casillero del Diablo tiene una producción tan abismal, que pueden permitirse absorber el costo de una enorme campaña publicitaria. ¿Es mejor el vino? no.


Y... entonces, ¿qué hacer?, ¿cómo comprar?, ¿de donde agarrarse?

El Lempira que come reconoce que sin saber nada de este mundo, es complicado hacer una compra en Honduras o Centroamérica. Normalmente no hay nadie que pueda asesorar correctamente, ni información accesible para poder acudir a ella en los puntos de venta.

Por tanto, aquí van 3 trucos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de comprar una botella de vino para minimizar el riesgo de que el vino no esté en las mejores condiciones:

- Fijarse que la añada sea reciente para evitar los riesgos de una mala conservación: 
Para vinos blancos sin paso por barrica (en la contra etiqueta se suele indicar si el vino tiene o no crianza en barricas o en sus lías), comprar vinos del mismo año, de 1, 2 y máximo 3 años atrás. Para vinos blancos con paso por barrica y vinos tintos, comprarlos con 1, 2, 3, 4 y hasta 5 años máximo.
Salvo muy honrosas excepciones las condiciones de conservación de los vinos en Centroamérica no son las ideales, por tanto, cuanto menos tiempo haya pasado la botella de vino en almacenes y lineales de supermercados antes de llegar a casa, mejor. Igualmente, como dijimos, la mayor parte de vinos que se importan en estas tierras no son vinos de guarda, sino elaborados para ser consumidos pronto.

- Observar el color del vino a través del cristal de la botella para vinos blancos:
El color debe comprenderse entre el amarillo pajizo o blanquecino hasta el dorado brillante. Si se percibe un color dorado muy anaranjado y el vino en cuestión tiene bastantes años, es mejor no comprar, porque lo más probable es que su mejor momento de consumo ya haya pasado. Es frecuente que en supermercados se vendan vinos blancos sin paso por barrica que debieron consumirse en el mismo año de la cosecha o al siguiente, con seis años o más de vejez. Esos vinos no están ricos, son espantosos y no vale ni para cocinar.

- Observar si hay pérdidas:



Mirar el gollete de la botella para ver si está en el punto adecuado o más bajo de lo normal. Si está más bajo de lo normal, no comprar: el vino está muriendo, casi seguro. Mirar también la cápsula, para ver si ha perdido algo de vino. Si el corcho está manchado de vino, mejor no comprar. Puede que esté bien. A veces los corchos pierden un poquitito de vino y no pasa nada, pero... si el corcho ha perdido, quiere decir que ha entrado más oxígeno del que debiera haber entrado. En consecuencia, es probable que el vino haya sufrido un poco de oxidación mayor de la deseable.



A continuación, un truquito no científico para que un inexperto pueda comprar un buen vino:



- Calcular el peso del cristal la botella y la hondura del culo de botella:
Si bien este truco no es válido para vinos de bodegas clásicas, que han mantenido durante decenas de años el mismo tipo de botella que utilizaron cuando salió al mercado su primera añada, sí resulta muy útil para vinos de corte moderno, o de bodegas nuevas que quieren colocar un buen producto en el mercadoCuando una bodega pone mucho cristal en un envase de vino, es probable que sea un vino de grandes pretensiones. Al mismo precio de venta, es buena idea comprar la botella más pesada.

Esto sucede porque uno de los costos más elevados de un vino se corresponde con su envase. La cantidad de cristal que tiene una botella es capaz de modificar sustancialmente el costo del producto. Tengan en cuenta que sólo unos gramos de peso menos por botella pueden significar un ahorro millonario en una producción elevada. Además, cuanto más pesa la botella, más caro es el transporte. Es entonces posible establecer la siguiente relación, que si no absoluta y científica, sí probable en ocasiones: a mayor cantidad de cristal, mayor costo para la bodega. A mejor vino, mejor empaque. Obviamente esta relación podría establecerse también en relación al diseño de las etiquetas, sin embargo, el costo del diseño de etiqueta no se traduce de manera tan directa en el precio, como el costo de unos gramos más o menos de cristal.

Cuando una bodega quiere posicionar uno de sus vinos en el mercado es probable que busque seducir al consumidor final, presentando su mejor producto (su mejor vino), con los mejores ropajes (con más y mejor cristal). Como decimos, no es una relación absoluta, pero funciona bastante bien entre vinos modernos y bodegas nuevas. Las bodegas y vinos clásicos no necesitan de este tipo de estrategias, claro.

Pero no olviden, el mejor truco es probar, probar y probar, tampoco está mal, ¿no? 


4 comentarios:

  1. Excelente!!
    Es también importante conocer los maridajes a la hora de hacer la compra

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  2. Efectivamente Carlos! es importante saber con qué alimento se acompañará el vino. Un día escribiremos un post sobre maridajes, es un mundo apasionante!

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  3. excelente y muy ilustrativa información. soy de Perú y pensaba que el cdd era de los mejores de Chile. como tenía dudas preferí buscar respuestas. muchas gracias por darte el tiempo de iluminarnos un poco. saludos

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    1. Hola Cero_07,

      Gracias por comentar... es muy hit saber que hay lectores en toda Latinoamérica!

      Definitivamente hay muchas mejores opciones que Casillero del Diablo... y más en Perú, donde llegan numerosos vinos argentinos y chilenos (y también se elaboran algunos interesantes vinos peruanos). Recuerdo que en nuestra visita a tu hermoso país (por cierto, excelentísima gastronomía) encontramos bastantes vinos buenos y a buen precio...

      Saludos desde Honduras!

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